La marca del aspa quiere frenar el empuje de rivales como Mercedes aumentando su gama con vehículos como este BMW Serie 2 Active Tourer que mide 4,34 metros de largo, 1,80 de ancho y presenta una altura máxima de 1,55 metros, unas medidas prácticamente calcadas a las del Mercedes Clase B, su rival. Y esta no es la única similitud entre ambos, el buen coeficiente aerodinámico del BMW, de 0,26 Cx es casi el mismo del Mercedes, 0,25 Cx. En cuanto al maletero, el cofre del Active Tourer tiene 468 litros, que se pueden ampliar hasta los 1.510 si abatimos el respaldo de los asientos traseros, que se pliegan en proporción 40/20/40. Además esta misma plataforma se utilizará para una variante de siete plazas, que lógicamente tendrá más longitud y una mayor batalla.

Una de las cualidades con las que busca destacarse el Serie 2 Active Tourer es la eficiencia, apoyado en una nueva familia de motores turbo de tres y cuatro cilindros. La versión de acceso, al menos inicialmente, es la BMW 218i Active Tourer, dotada de un motor tricilíndrico 1.5 TwinTurbo, el mismo que ha estrenado el nuevo Mini. Este bloque entrega 136 caballos y gasta sólo 4,9 l/100km–115 gr/km de CO2– de media. Por encima de éste, se situa el 225i con motor cuatro cilindros de 231 caballos, que consume 6 litros a los 100 km, pero es el que mayores prestaciones ofrece. Pasa de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y alcanza los 235 km/h de velocidad punta.

La gama la completa un motor Diesel, el 218d que cuenta con un bloque 2.0 de 150 caballos, que gasta 4,1 litros a los 100 km/h y marcha asociado a un cambio automático de 8 velocidades. La versión 225i comparte esta transmisión, pero el trincilíndrico, en cambio, sólo está disponible con un manual de seis marchas.

Al volante destaca un buen espacio interior, donde se aprecia además un diseño diferenciado con respecto a otros modelos de la marca. La posición de conducción es algo más elevada que en el Serie 2, si bien tampoco se asemeja al cien por cien a la de un monovolumen. El motor de tres ciindros ofrece una buena puesta a punto y tan solo al ralentí se aprecia un sonido diferente a un cuatro cilindros, ya que en marcha goza de una buena elasticidad, si tenemos en cuenta su limitada cilindrada –1.500 centímetros cúbicos–. Solo está disponible con un cambio manual de seis marchas, que proporciona un buen escalonamiento.

En cuanto al comportamiento se echa en falta una dirección con un tacto más directo ya que en conducción rápida se agradecería más feeling en este sentido. Asimismo, las suspensiones no son tan firmes como en otros modelos de la marca, por lo que se producen algunas oscilaciones de la carrocería en una conducción rápida, algo comprobable sobre todo en carreteras con un firme más estropeado.

En otoño llegarán nuevas versiones, concretamente los 220i, 216d y 220d, además de las dotadas con tracción total xDrive.

En cuanto al equipamiento se estructura en torno a cinco acabados, que se pueden completar con algunos packs, como dos líneas para personalizar el interior y el exterior. La Sport Line acentúa el carácter dinámico, mientras que la Luxury Line realza el diseño y exclusividad. También existe, el reputado paquete deportivo M, que estará disponible a partir del mes de noviembre y ofrece más posibilidades de personalización como son el chasis adaptativo M, llantas específicas de 17 o 18 pulgadas, así como el volante M multifunción forrado de piel y los asientos deportivos con tapicería específica.

Asimismo, en cuanto al equipamiento tecnológico destaca la amplia oferta de sistemas ConnectedDrive que aumentan la seguridad y el confort. Por ejemplo, el asistente de conducción en retenciones de tráfico (Traffic Jam assist) y el Control de crucero con función «Stop and Go» recurren a una cámara que ofrece las imágenes necesarias en 2D. Estos sistemas asisten al conductor al acelerar y frenar en situaciones de tráfico intenso.

En cuanto al BMW ConnectedDrive Services & Apps permite utilizar aplicaciones de smartphones en el automóvil, o también contratar servicios como el de Concierge Services o el de la información sobre el tráfico en tiempo real RTTI. Por último cabe destacar que el BMW Serie 2 Active Tourer es el primer modelo del segmento de los coches compactos que puede estar equipado con una pantalla virtual tipo Head-Up Display. Este sistema proyecta una imagen a todo color, justo en el campo visual del conductor, ofreciéndole informaciones relevantes para la conducción. La proyección no se realiza sobre el parabrisas, sino sobre una placa transparente escamoteable que se encuentra entre el volante y el parabrisas. De este modo, el conductor recibe todas las informaciones importantes sin tener que apartar la vista del tráfico.

bmw serie 2 active tourer

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Rodrigo Pareja

Periodista especializado en movilidad en todas sus variantes: coche, moto, bicicleta, patinete eléctrico... y no siempre por este orden, dado que la forma en la que nos desplazamos está cambiando. Más de 20 años de experiencia en el mundo del automóvil y en constante adaptación en un sector que no deja de generar noticias.