De momento solo se comercializa en carrocería de cinco puertas a la que se unirá este mismo año el wagon. Siguiendo la tendencia actual de esta categoría, el nuevo i30 es cuatro centímetros más largo, dos más ancho y uno más bajo que su antecesor, con lo que ahora resulta mucho más estilizado. El frontal presenta la nueva identidad de diseño que incorporarán todos los futuros Hyundai, con una parrilla trapezoidal que parece ser algo casi obligatorio en todas las marcas, porque se está imponiendo haciendo que los coches vuelvan a ser más parecidos entre sí, como ocurría en los años 90.

En el interior la marca asegura que ha mejorado todas las cotas, aunque la sensación de espacio es similar a la del modelo al que sustituye, con una mejora de 15 litros en el maletero que ahora llega hasta los 395. En lo que vuelve a sorprender el interior del i30 es en la sensación de calidad y robustez. Hay plásticos duros en algunas zonas del salpicadero pero el aspecto general es de que todo está realmente bien hecho y muy bien terminado, transmitiendo la impresión de que está hecho para durar. Además, puede disponer de elementos de comodidad poco habituales en este segmento, como asientos calefactados y ventilados, así como volante también con calefacción.

La plataforma es nueva y mantiene la misma configuración de suspensión independiente McPherson delante y multibrazo detrás, aunque en este caso completamente revisado. La dirección también es más rápida y con mejor respuesta, con solo 2,6 vueltas de volante entre topes. La carrocería emplea un 53% más de acero de alta resistencia y con ello se ha conseguido reducir su peso en 28 kilogramos y aumentar la rigidez estructural en un 22%.

La gama de motores está compuesta por dos gasolina de 1.0 y 1.4 litros, con 120 y 140 caballos respectivamente, y tres variantes del bloque Diesel de 1.6 litros, con potencias de 95, 110 y 136 caballos. Todos llevan cambio manual de seis velocidades pero existe la opción de un eficaz y agradable cambio automático de doble embrague y siete relaciones para todos los propulsores, excepto el gasolina y el Diesel menos potente. Hemos podido conducir los dos gasolina y el Diesel más potente y la sensación con cualquiera de ellos es realmente agradable. Nos ha gustado especialmente el nuevo gasolina 1.4 de 140 caballos acoplado al cambio automático, realmente silencioso y con una magnífica respuesta. La calidad de rodadura el nuevo i30 es uno de sus puntos fuertes, con aplomo y un magnífico silencio de marcha. En general el tacto es más ágil y la suspensión algo más firme, con una agradable sensación de control y comodidad. Al fin y al cabo los ingenieros de Hyundai han realizado toda la puesta a punto del chasis en el circuito de Nürburgring.

La plataforma es nueva y mantiene la misma configuración de suspensión independiente McPherson delante y multibrazo detrás, aunque en este caso completamente revisado

El equipamiento tecnológico también está a la última, con un nuevo sistema multimedia con pantalla táctil de ocho pulgadas y conectividad con Apple y Android que incluye siete años de suscripción gratuita al sistema Tomtom Live. Pero también cuenta todo lo último en ayudas a la conducción, con control de ángulo muerto, alerta de tráfico cruzado trasero, lector de señales de tráfico, frenada automática de emergencia con detección de peatones, detección de fatiga del conductor, control de crucero inteligente, sistema de mantenimiento en el carril y asistente de luces largas.

El nuevo i30 está disponible en tres niveles de acabado y los precios arrancan en los 20.500 euros del 1.0 en acabado Klass y llegan a los 32.140 del Diesel 136 caballos automático en acabado Style, sin descuentos ni promociones de ningún tipo, que pueden suponer más de 5.000 euros de rebaja en el mejor de los casos.

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hyundai i30 2020 foto oficial