La quinta generación del M5 es, además de la más rápida y potente de la historia, la primera que rompe con la tradición de los motores atmosféricos que acompañan a la berlina más deportiva desde 1985. Los tiempos han cambiado y el downsizing (reducción de la cilindrada de los motores para hacerlos más eficientes) está a la orden del día incluso en los automóviles más rápidos del planeta.

Pero los que pensaban que esta tendencia iba a afectar al rendimiento de la superberlina alemana se equivocaban. El nuevo V8 asociado a dos turbocompresores cumple las expectativas con nota y es más que digno de ir montado en un BMW M. Este propulsor, ya utilizado por los BMW X5M y X6M, es la principal novedad del nuevo M5, un coche que desde su primera generación ha girado entorno a un gran motor. El 4.4 V8 biturbo rinde 560 caballos -53 más que el anterior 5.0 V10- y 680 Nm de par que están disponibles desde las 1.500 revoluciones. Ésta es precisamente una de las mejores virtudes del V8, que se encuentra más lleno en medios y bajos que su predecesor. Los dos turbos actúan simultáneamente ofreciendo una respuesta tan inmediata y contundente que hay que dosficar bien la presión sobre el acelerador, pero que al mismo tiempo permite una conducción desde lo más relajada hasta la más rabiosamente deportiva. A pesar del aumento de potencia y par, los consumos se han reducido de una forma espectacular con respecto a su antecesor.

El poderoso V8 biturbo está asociado a la caja de cambios de doble embrague de siete velocidades Drivelogic que cuenta con tres modos automáticos, además del manual mediante levas o con la palanca, y Launch Control. Toda la potencia se transmite a las ruedas traseras a través de un diferencial autoblocante electrónico que puede llegar al cien por cien de bloqueo de alguna de las ruedas posteriores. Los 4,4 segundos en alcanzar los 100 kilómetros/hora o los 305 de punta que puede alcanzar instalando el M Drivers Package, lo sitúan en la cima de las berlinas deportivas no sólo por prestaciones sino también por consumo ya que homologa sólo 9,9 litros cada 100 kilómetros (4,5 litros menos que su predecesor). El chasis ha sido ampliamente revisado para dotar al M5 de un comportamiento más deportivo y cuenta con un ancho de vías mayor que el resto de la gama, así como un sistema de suspensiones electrónico con tres posiciones de dureza. Los discos de frenos son de mayor diámetro y perforados que junto a unas pinzas de freno mayores aseguran un poder de detención tan poderoso como la aceleración que el proporcionan sus 560 caballos. La carrocería ha sido ensanchada y sus pasos de rueda son más pronunciados para albergar verdaderos ‘rodillos’ 265/35 ZR 20 en el tren delantero y 295/30 ZR 20 en el trasero. Otros detalles como las branquias laterales o las cuatro salidas de escape son ingredientes que no pueden faltan en los BMW más deportivos.

El nuevo propulsor 4.4 V8 biturbo de 560 caballos es el principal portagonista del nuevo BMW M5

Pero además de la extraordinaria potencia y par de su poderoso motor el M5 aporta un sinfín de posibles reglajes para toda la dinámica del vehículo. El cambio automático de doble embrague permite tres posiciones en su velocidad de respuesta, lo mismo que la dirección, la dureza de los amortiguadores y la electrónica del motor en tres niveles: Confort, Sport y SportPlus. Si ya estas posibilidades de 'personalización' dan innumerables configuraciones, hay que añadir la desconexión del control de estabilidad en dos niveles, medio y por completo. En el volante cuenta con dos interruptores 'M' para almacenar dos posibles configuraciones. En cualquier caso la electrónica actúa con tal eficacia que hay que ser un verdadero y experimentado piloto para conseguir que el M5 vaya mejor y más deprisa sin las ayudas electrónicas que con el 'ángel de la guarda electrónico' porque todo funciona con tal rapidez y perfección que se consigue una capacidad de respuesta inmediata hasta en las situaciones más apuradas.

En el interior encontramos detalles sutiles que nos indican que no estamos ante un Serie 5 cualquiera: inscripciones y logos M, asientos y volante deportivo, inserciones en aluminio serigrafiado en el salpicadero, techo forrado en Alcántara color antracita, instrumentación específica y asientos deportivos con múltiples reglajes. El precio del M5 es de 117.500 euros y estará a la venta a partir de enero de 2012.

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