Audi presenta una versión turbodiésel para el SQ5, cuya principal característica es un motor V6 que incluye un compresor eléctrico que asegura que el par está disponible justo por encima del régimen de ralentí y evita así el habitual retardo de los motores turboalimentados. Este nuevo propulsor tiene 3.0 litros, una potencia de 347 caballos y un par de 700 Nm entre las 2.500 hasta las 3.100 rpm. Está adosado a un cambio Tiptronic de 8 velocidades.
Estas cifras permiten contar con una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos con una velocidad máxima limitada a 250 km/h. El consumo medio homologado es de 6,6 litros y las emisiones 172 – 177 g/km de CO2.
Una de las características destacadas de este motor es un sistema eléctrico de 48 V con un compresor eléctrico (electric powered compressor, EPC) y un sistema Mild-Hybrid (Mild Hybrid Electric Vehicle, MHV). La energía se almacena en una batería de pequeño tamaño y de iones de litio con una capacidad de 10 Ah, situada bajo el piso del maletero. Un convertidor de corriente continua (CC/CC) conecta el sistema eléctrico convencional de 12 V.
El compresor eléctrico es un complemento perfecto para el turbocompresor porque permite eliminar el retraso en la respuesta del turbo. Siempre que se necesite, hay disponible una gran cantidad de par inmediatamente y sin retraso al acelerar o en la salida de una curva.
Este compresor eléctrico está situado en el circuito de aire, por delante del intercooler y cerca del motor. Si el conductor pisa a fondo el acelerador pero la presión del turbocompresor todavía es demasiado pequeña, entra en funcionamiento y es capaz de alcanzar las 65.000 rpm en apenas 300 milisegundos, lo que genera una presión de 1,4 bar, todo ello mediante un motor eléctrico con 7 kW de potencia.
Este Audi SQ5 TDI también incluye un sistema MHEV que permite reducir el consumo de combustible en condiciones reales de circulación en hasta 0,7 l/100 km. Su componente central es un alternador que hace las veces de motor de arranque.
Su funcionamiento es el siguiente: Si el conductor deja de pisar el acelerador a una velocidad de entre 55 y 160 km/h, permite puede recuperar energía o avanzar por inercia, bien con el motor desembragado al ralentí o bien apagado, hasta un máximo de 40 segundos, siempre de acuerdo al ajuste seleccionado en el Audi drive select y cuando las condiciones particulares de circulación lo permitan.
El sistema arranca de nuevo el motor tan pronto como el conductor pise el acelerador, de una forma significativamente más rápida y suave que un motor de arranque convencional. Además el dispositivo permite que la función start/stop funcione desde una velocidad de 22 km/h.
Asimismo, como todas las versiones S de Audi, el nuevo SQ5 TDI incorpora de serie tracción total permanente quattro. En condiciones de circulación normales, su diferencial central autoblocante distribuye el par entre los ejes delantero y trasero con una relación 40:60, pero si el sistema detecta un deslizamiento excesivo, dirige la mayor proporción de par hacia el eje con mejor tracción. Dependiendo de las condiciones, puede enviar hasta un máximo de un 70% de par hacia el eje delantero y hasta un máximo de un 85% al trasero.
Este dispositivo también es capaz de desviar más o menos par a las ruedas. Está activo en todo tipo de superficies. Por ejemplo, durante una conducción rápida por carreteras viradas, frena mínimamente las ruedas interiores de la curva antes de que comiencen a deslizar. De esta manera se envía directamente la fuerza, a través del diferencial, a las ruedas con mejor tracción.
En este contexto, también hay disponible un diferencial deportivo en el eje trasero que distribuye la potencia entre las ruedas posteriores durante una conducción dinámica en carreteras de curvas. Se complementa a la perfección con una suspensión adaptativa que reduce la altura de la carrocería en 30 milímetros.
De serie el Audi SQ5 TDI tiene llantas de 20 pulgadas con neumáticos 255/45 si bien como opción hay disponibles unas de 21. Asimismo, en el eje delantero las pinzas de freno de aluminio son de 6 pistones, con unos discos de 375 milímetros de diámetro. Estas pinzas acabadas en color negro, u opcionalmente en rojo, tienen el logo sport S.
Como es habitual en Audi, hay disponibles sistemas de ayuda a la conducción como el de mantenimiento de carril, distancia de seguridad, aviso de colisión y otros más tecnológicos como el MMI y el Connect.
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