A día de hoy es bastante normal encontrase con vehículos propulsados por motores turboalimentados dentro de la gama de BMW, algo que también se ha extendido a los productos más deportivos de la casa alemana. Sin embargo, en la década de los setenta ocurría todo lo contrario, con unos motores atmosféricos que copaban todo el protagonismo, hasta que llegó el primer modelo de la casa de Múnich en recurrir al turbocompresor, el 2002 Turbo.
Este acontecimiento tan importante se produjo en el Salón de Frankfurt de 1973, dejándonos con uno de los modelos más apreciados y emblemáticos del fabricante alemán. Ahora, tras 45 años de su lanzamiento, BMW ha querido rendir tributo a una vieja gloria del automovilismo que sentó las bases para lo que después se convertiría en una de las familias de productos con más seguidores del mundo, es decir, la gama de modelos ‘M’.
Es aquí donde cobra sentido el BMW M2 Competition Heritage Edition, una edición limitada del modelo de acceso a dicha familia de productos y que quiere rendir homenaje al legendario 2002 Turbo con una serie de elementos estéticos exclusivos y una pintura de color blanco inspirada en la del modelo original. En concreto, este M2 presenta varios accesorios procedentes del catálogo M Performance, es decir, parrilla frontal, splitter delantero, retrovisores, difusor y cuatro salidas de escape terminadas en fibra de carbono, a lo que debemos añadir unos vinilos especiales con los colores azul y rojo.
Además, esta edición especial se puede distinguir del resto por la presencia de unas placas específicas en las aletas delanteras y la denominación ‘Heritage’ en el spoiler trasero. En el interior ocurre algo parecido, predominando los elementos en fibra de carbono y haciendo contraste con unas costuras que aportan ese toque de exclusividad, sin olvidar la presencia de una placa identificativa situada debajo del climatizador. Para poder acceder al habitáculo habrá que hacer uso de un llavero de cuero especial para esta edición.
Bajo el capó no hay ninguna novedad y el encargado de propulsar al M2 es un bloque de seis cilindros turboalimentado, con 3.0 litros de cilindrada y una potencia de 410 caballos, cifras que están muy alejadas del modesto bloque de cuatro cilindros y 170 CV del modelo original. Por último, pero no menos importante, cabe destacar que este bonito ejemplar no se venderá en nuestro país, pues las 40 unidades que se fabricarán irán destinadas a Francia.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta