Responde al nombre de Veyron Grand Sport Vitesse y es la máquina perfecta para disfrutar de las sensaciones más extremas al aire libre. Hasta ahora, Bugatti se reservaba la mecánica más potente, con 1.200 caballos para la versión Super Sport, de carrocería cerrada. Sin embargo, ahora el Gran Sport -descapotable- también recibe la variante más potente del bloque W16 de 8.0 litros, lo que le permite ofrecer unas prestaciones absolutamente demenciales para un roadster.
El par motor, con un máximo de 1.500 Nm, se transmite a las cuatro ruedas a través de una moderna transmisión de doble embrague y siete velocidades, que le permite Vitesse acelerar de 0 a 100 kilómetros/hora en sólo 2,6 segundos y de 0 a 200 km/h en 7,1 segundos.
La marca asegura que hasta 350 km/h se puede circular descapotado manteniendo un nivel de confort óptimo, a partir de esa velocidad, recomienda cerrar el techo.
Para sujetar todo este empuje mecánico, el chasis del Grand Sport Vitesse puede configurarse en tres modos distintos: 'Standard', 'Handling' y 'Top Speed', pensados específicamente para las distintas circunstancias de conducción que puede requerir el cliente.
En el otro lado de la balanza, encontramos el nivel de consumo y emisiones que, inevitablemente, resulta elevado. En ciudad, el consumo asciende a 37,2 litros/100 km y las emisiones se disparan hasta los 867 gramos de CO2 por kilómetro. En régimen mixto, las cifras se maquillan un poco, situándose el gasto medio en torno a los 24 litros y las emisiones de CO2 en 540 gr/km.
Ahora sólo nos queda por conocer el precio que alcanzará esta codiciada variante del Veyron, que seguramente superará el millón y medio de euros.
Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.
