En sus 4,16 metros de largo y 1,48 de alto, el C4 Cactus incorpora un buen número de innovaciones de diseño que no tienen nada que ver con tecnologías digitales o microchips, tan sólo la facilidad de uso. Al primer golpe de vista ya resulta llamativo, simpático y futurista. Seguro que el primer 2 CV causó la misma sensación cuando se mostró al público por primera vez en 1948, con sus ventanillas delanteras partidas horizontalmente, sus sencillos asientos corridos, su techo de lona enrollable o el casi inexistente salpicadero.

Por suerte el C4 Cactus ofrece una imagen mucho más sólida y robusta con un diseño equilibrado y diferente a todo, aunque con un cierto aire de familia en su frontal con el reciente C4 Picasso. Llaman la atención sus 'coderas', esos paneles plásticos laterales con bolsas de aire, denominados Airbump y patentados por Citroën, que envuelven los costados, y que además de decorar protegen y están disponibles en cuatro colores. Los limpiaparabrisas también tienen un innovador diseño que permite economizar agua y ofrecen una mayor visibilidad. Hasta el más mínimo detalle del C4 Cactus ha sido diseñado con mimo, incluso las barras del techo, un elemento bastante poco cuidado y que en el perfil del Cactus dan la impresión de que lleváramos una tabla de surf encima.

En el habitáculo siguen las sorpresas con una sencillez a la que estamos poco habituados, pero con un resultado realmente atractivo. El airbag del acompañante pasa al techo para dejar hueco en el salpicadero para una gran guantera. El asiento delantero parece una banqueta corrida gracias a una zona central acolchada que une las dos plazas. La instrumentación está formada por una pantalla digital delante del conductor que agrupa la instrumentación y otra pantalla táctil central que sirve para controlar todos los dispositivos como climatización, teléfono, navegador, equipo de música, etc. El freno de mano tiene un diseño algo extraño y en las fotos no se ve palanca de cambio porque no la hay. Los dos motores que llevarán de serie cambio automático utilizarán tres pulsadores para manejar la caja robotizada de seis velocidades, además de las levas del volante. El maletero tiene una capacidad de 358 litros y con rueda de repuesto, algo muy de agradecer.

Incluso el techo solar opcional huye de la forma rectangular habitual para convertirse en un octógono

Para reducir peso se han eliminado algunos elementos que, según las encuestas realizadas por el equipo de diseño, apenas se utilizan en la mayoría de los coches de este tamaño, como los cristales traseros descendentes (se han sustituido por unos de apertura en compás) o el asiento trasero abatible por mitades, quedando el respaldo de la banqueta trasera en una sola pieza. Un buen número de pequeños ahorros de peso en diferentes elementos, además de la utilización de aluminio en el capó delantero y algunos puntos de refuerzo de la estructura que han dado como resultado un sorprendente peso final de 965 kilogramos para el motor gasolina menos potente.

La gama de motores estará compuesta por dos gasolina de tres cilindros con potencias de 82 y 110 caballos y dos Diesel de 90 y 110. Habrá cambio automático robotizado de seis velocidades para el gasolina y el Diesel menos potentes, los demás serán manuales, también de seis marchas. El Diesel más poderoso consigue un consumo de 3,1 litros con unas emisiones de sólo 82 gramos de CO2. Todos serán tracción delantera y no habrá una variante 4x4.

Estará a la venta en junio y todavía no está definida ni la gama española ni los precios aunque Citroën ha anunciado nuevos sistemas de compra para el C4 Cactus, como la posibilidad de una cuota mensual fija que incluye todos los servicios o el pago por kilometraje realizado.

citroën c4 cactus   vista lateral trasera