La segunda generación de este compacto de 4,34 metros de longitud lleva entre nosotros desde 2007. Aunque Fiat acometió un ligero lavado de cara a principios de este año, presenta ahora la versión 2013, que si bien no varía su imagen si que lo hace más atractivo para el potencial cliente.

Al igual que con el Fiat 500 2013, el fabricante italiano mejora la dotación de serie del Bravo sin que ello suponga una tarifa más elevada. Para ello actualiza la gama con dos nuevos acabados que sustituyen a los anteriores.

El de acceso se ahora se llama Pop–sustituye al Active- e incorpora de serie radio CD 2013, ESP con asistente de arranque, cuatro airbags, aire acondicionado, llanta de 16 pulgadas con tapacubos y volante con mandos. Estos dos últimos son novedad en este nivel de acabado.

Al anterior el acabado Easy añade llantas de aleación de 16 pulgadas, sistema Blue&Me, faros antiniebla, control de velocidad, volante y cambio en cuero y asiento regulable en altura. Además añade sobre el acabado del Bravo anterior 8 airbags, elevalunas eléctricos traseros y reposabrazos delantero.

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Para completar el equipamiento Fiat ofrece dos packs de opciones. El primero, Confort, cuesta 650 euros e incluye climatizador, sensor de aparcamiento trasero y de lluvia. El Sport Pack incluye pedales y asientos deportivos, volante y freno de mano con costuras rojas, alerón trasero, faldones laterales y tubo de escape cromado.

La gama de motores no varía y podremos elegirlo con motor gasolina o GLP 1.4 16v de 90 caballos, 1.6 Multijet turbodiésel de 105 cv y otra versión que sube a 120 la potencia máxima. El Fiat Bravo 2013 se ofrecerá desde 11.000 euros en su versión 1.4 gasolina con acabado Pop, al que al igual que al resto de la gama podremos restar 1.000 euros si entregamos un coche usado.