El Salón de Detroit nos ha permitido contemplar el nuevo Honda NSX, siete años después de su extinción. El mítico deportivo de chasis de aluminio, motor central trasero transversal y propulsión, regresa a escena convertido en un espectacular concept car y con un esquema bastante distinto.

Lo más significativo es que dispondrá de motorización híbrida, concretamente de cuatro propulsores, dos eléctricos ubidados en la parte delantera impulsarán las ruedas de este eje y un V6 de gasolina VTEC con inyección directa, asistido por otro eléctrico -ambos situados en posición central trasera-, enviarán su potencia al tren posterior. El encargado de gestionar este par será un nuevo cambio automático de doble embrague que ofrecerá manejo secuencial. De momento, la marca no ha revelado más detalles técnicos sobre este prototipo, ni siquiera la potencia total del conjunto.

Este esquema ha sido denominado por Honda como Sport Hybrid SH-AWD.

El Honda NSX Concept mide 4,33 metros de largo, 1,89 de ancho y tiene una altura máxima de 1,16 metros. Es, por tanto, más largo, más ancho y más bajo que los Toyota GT86 y Subaru BRZ presentados este año, aunque los tres coches comparten un dato en común, la distancia entre ejes, de 2,57 metros. El Honda NSX Concept gasta neumáticos 255/35 19 delante y 275/30 con llanta 20 pulgadas detrás

El Honda NSX se produjo entre los años 1990 y 2005 con carrocerías cupé y targa. Los pilotos de carreras Satoru Nakajima, Bobby Rahal y Ayrton Senna participaron en su desarrollo. Sin embargo, tendremos que esperar al menos tres años para ver este nuevo NSX en la calle.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.