Recientemente hemos visto como Volkswagen ‘fichaba’ a un alto cargo de Tesla que había estado presente en la creación de los Model S y X. Un movimiento que no es extraño en la industria y que ya sucedió hace unos años con un fichaje muy importante por parte de Hyundai, dando sus frutos en la actualidad.
Hablamos de Albert Biermann, antiguo vicepresidente de ingeniería de BMW que cambió la firma alemana por la coreana. Desde entonces, esta persona ha estado al mando de los productos de alto rendimiento de la marca, representados en la máxima expresión con el Hyundai i30 N. Sin embargo, la deportividad se extenderá al resto de la gama con la llegada de un paquete deportivo al más puro estilo ‘pack M’.
El objetivo de la firma coreana es ofrecer a sus clientes un producto que mejore tanto la estética como el comportamiento dinámico de sus vehículos, con la llegada de una serie de elementos que modificarán algunos componentes como la suspensión, la dirección o la transmisión, entre otras cosas. De esta forma, el N-Line se situará a medio camino entre los vehículos ‘normales’ y aquellos más radicales acompañados de la letra ‘N’.
Ahora, acabamos de conocer al primer modelo en recibirlo, el Hyundai i30 N-Line. El compacto coreano aumenta así su deportividad con una imagen mejorada gracias a la incorporación de unos paragolpes más agresivos, entradas de aire delanteras más amplias, parrilla en forma de nido de abeja, un alerón pintado de negro, cristales tintados, llantas específicas de 18 pulgadas de diámetro – montadas sobre neumáticos Michelin Pilot Sport 4 – y una salida de escape doble, además de un logotipo característico en el lateral.
En el interior, por su parte, encontramos algunos elementos novedosos que han sido heredados del máximo exponente de la gama, el Hyundai i30 N. De esta forma, el compacto se beneficia de un volante deportivo forrado en cuero y de un pomo específico, junto a unos asientos más llamativos con una configuración más deportiva y una mayor sujeción lateral. Además, aparecen unos pedales de aluminio y la letra “N” en los dos primeros elementos mencionados anteriormente.
Por último, en el aspecto dinámico también encontramos cambios y es que la suspensión ha sido revisada para ofrecer un tarado más firme, los frenos delanteros aumentan hasta las 16 pulgadas – en el resto de versiones son de 15” – y la respuesta del motor se ha mejorado. Por ahora, el único bloque disponible en este acabado N-Line es el 1.4 T-GDI de 140 caballos, asociado a un cambio manual de seis relaciones.
Hyundai i30 Fastback N: Rallyes en familia
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta