Infiniti ha cumplido recientemente su noveno año en nuestro mercado y para celebrarlo no se le ha ocurrido nada mejor que elevar las ventas de su modelo más asequible, el Q30. La idea no puede ser más ingeniosa y es que con un diseño sofisticado, un habitáculo amplio y más elevado que el de la mayoría de sus rivales y una mecánica compartida con el Mercedes Clase A, a este compacto sólo le faltaba un equipamiento más completo para resultar realmente apetecible.
La edición especial Infiniti Q30 Q Design añade extras de confort tan socorridos como los sensores de aparcamiento posteriores, los retrovisores anti-deslumbramiento, el control de velocidad crucero con limitador, los asientos delanteros calefactados o los retrovisores exteriores climatizados y con plegado eléctrico. Todo de serie. Pero es que además, también incorpora elementos como el avisador de cambio de carril involuntario, la pantalla táctil de 7 pulgadas o la última tecnología de la marca para asociar nuestro teléfono móvil mediante el Bluetooth.
Sólo el navegador Infiniti InTouch –opcional– se queda fuera del equipamiento de serie de este Q30 Q Design que, eso sí, sólo puede elegirse con el motor diésel más básico, el 1.5 de 109 caballos. En cualquier caso, este bloque entrega un par máximo considerable –de 260 Nm– y en esta variante está asociado a un cambio automático de siete marchas que le permite pasar de 0 a 100 km/h en 11,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 190 km/h, todo ello manteniendo un consumo medio de 3,9 litros a los 100 kilómetros y una emisiones de 103 gramos/kilómetro de CO2.
Infiniti advierte que este acabado Q Design sólo estará disponible temporalmente y valora en 4.000 euros todo el equipamiento que ha añadido de serie, muy a tener en cuenta en un coche que cuesta 25.300 euros y del que ya se aceptan pedidos.
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