En el pasado Salón del Automóvil de Nueva York Jaguar tiró al casa por la ventana para darle una vuelta más de tuerca al hasta ahora más rápido y veloz coche de calle que tenían en su catálogo actual, el XKR-S.
Parece sorprendente como los ingleses han convertido este gran cupé, señorial y elegante, en toda una bestia que su presencia puede ‘achantar’ a más de un superdeportivo. Las mejoras de esta especializada versión GT son sobre todo visibles desde el exterior.
Como si de un Porsche RS se tratara, el Jaguar XKR-S GT parece sacado de una copa monomarca por sus múltiples soluciones empleadas en competición. Destacan el ligero alerón trasero en fibra de carbono, los apéndices aerodinámicos y el nuevo faldón delantero –este conjunto de soluciones logra una carga aerodinámica máxima de 145 kilos- o las branquias del capó.
Estas últimas disipan el aire caliente acumulado en el vano motor presidido por el 5.0 V8 con compresor que entrega 550 caballos y 680 Nm de par máximo a través de una caja automática de seis relaciones.
Sus prestaciones son de primer orden con una punta de 300 kilómetros/hora y un 0 a 100 en menos de 4 segundos. Para frenar a este felino se han empleado discos carbonocerámicos de 398 y 380 milímetros mordidos por pinzas monobloque de seis y cuatro pistones en cada uno de los ejes.
En el interior se mantiene la clase y distinción del XKR-S con algunos toques deportivos como los baquets, el uso intensivo de Alcantara o los pespuntes rojos. No hay rastro de barras antivuelco o arneses de cuatro puntos.
El Jaguar XKR-S GT sólo se podrá escoger en color blanco y su producción estará limitada a 50 unidades, 20 más que lo inicialmente previsto dado el éxito de esta radical versión desde su presentación en EEUU.
