Un utilitario que reniega de su condición. Así es el Soul, su diseño musculoso y extravagante le diferencia del resto de sus rivales, a la vez que le dota de un aire de superioridad y originalidad con respecto a los mismos. Sin embargo, su mecánica es tradicional y su equipamiento limitado. El resultado final es un coche impresionante en apariencia con un precio ajustado.

Diseñado por Peter Schreyer el Soul es un concepto original de vehículo urbano con formas de todo camino, que éste no dudó en denominar “Todo ciudad” en un discurso que recordaba por el tono al del Nissan Qashqai (denominado en su momento:“Urban proof”) pero bajando un escalón más, pues el Soul no está preparado para circular por caminos, como es el caso del Nissan. Nos subimos al Kia con la definición de Schreyer todavía en mente y comprobamos como el puesto de conducción es elevado, a pesar de que el coche tiene una altura libre con respecto al suelo que está dentro de lo convencional. Al volante, tenemos la sensación de ir como en una furgoneta, eso sí, algo más corta. Sin embargo, desde fuera, la vista del coche es mucho más espectacular y en ciudad no pasa inadvertido, precisamente.

Conducción

Salimos a carretera y descubrimos algunas limitaciones de un chasis con mucho tiempo en el mercado. El Soul hereda la misma plataforma mecánica del Kia Rio que también emplea el nuevo Hyundai i20. Con una distancia entre ejes de 2,55 metros, el ancho de vías se ha ampliado 10 centímetros en cada eje del Soul, de forma que el delantero es de 1570 milímetros mientras que en el trasero crece hasta los 1575. Curioso, si tenemos en cuenta que en el Rio, como en la mayoría de los coches de su categoría, el eje delantero es más ancho que el trasero.

Sin embargo, en Kia han tomado esta decisión para favorecer la habitabilidad de las plazas traseras del Soul y a buen seguro, para mejorar su estabilidad en curva. Con todo y esto, cuando incrementamos la marcha en zonas viradas, notamos como la trasera tiende a reaccionar demasiado, especialmente en las frenadas más exigentes. Afortunadamente, el sistema ESP es de serie en toda la gama e interviene con premura para evitar el desmande. Por otro lado, el tarado de la suspensión es duro y esto es algo que también va a favor de la estabilidad en estas circunstancias, aunque en viajes largos se paga caro, con una disminución del confort notable.

Además, la unidad de acabado ‘Burner’ que probados dispone de serie unas llantas de 18 pulgadas con neumáticos de dimensiones 225/45 que contribuían también a mermar el confort en pro de una estética mucho más vistosa.

La dirección, de asistencia eléctrica, tiene un tacto blando y aunque se maneja con soltura en ciudad, imposibilita un guiado perfecto en carretera, donde carece de la precisión necesaria. Por el contrario, los frenos de disco son de grandes dimensiones y de total eficacia. Son tan enérgicos, que en ocasiones cuesta, incluso, cogerles el tacto.

Seguridad

En materia de seguridad, el Soul parte con un equipamiento de serie elevado, como hemos señalado en el apartado anterior. La gran dotación de airbag, la eficacia de los frenos o el control de estabilidad ESP juegan en su favor. Sin embargo, todavía no se ha sometido a las pruebas de choque de EuroNcap, aunque en Kia anuncian que han diseñado el coche para lograr la calificación de 5 estrellas, tal y como lo logró el Cee’d.

Confort

El espacio interior en el Soul es óptimo tanto en las plazas delanteras como en las traseras, lo cual favorece notablemente el confort de los pasajeros. Sin embargo, esta ganancia se ha obtenido sacrificando maletero. Éste, tiene una capacidad de 280 litros y ofrece un doble fondo con compartimentos bastante útiles para depositar objetos de diferente tamaño. El principal defecto, es que no podemos desplazar los asientos traseros para ampliar esta capacidad, algo que nos permiten la mayoría de sus rivales directos, como el Citroën C3 Picasso o el Nissan Note.

Por lo demás, la ergonomía es correcta, todos los mandos quedan al alcance de la mano del conductor y los de la radio están integrados en el volante. Sólo se echan en falta algunos huecos útiles y que la calidad de los materiales y los acabos del interior estén a la altura del Cee’d. No es así en absoluto, pero para ser justos es bastante mejor que un Rio, con el que comparte plataforma mecánica.

El equipamiento de serie ofrece elementos a tener en cuenta como los 6 airbags, frenos de disco en las 4 ruedas, radio cd con MP3 y entrada auxiliar (6 altavoces), o control de estabilidad ESP. Sin embargo, no puede llevar ni como opción, ordenador a bordo, climatizador o control de velocidad de crucero. Además, la diferencia de equipamiento entre la versión probada ‘Burner’ y la básica: ‘Diva’ es muy grande y en el precio así se refleja con una diferencia de casi 2.600 euros entre ambos.

Ecología

El Kia Soul es uno de esos pocos coches de aspecto robusto que puede presumir de motor eficiente. El conocido bloque de 1.6 litros denominado CRDI, que está asociado a una caja de cambios manual de 5 relaciones y desarrollos bien ajustados, presume de un consumo de 5,2 litros/100 kilómetros en el Soul lo que equivale a unas emisiones de CO2 de 137 gramos/kilómetro y además entrega una potencia de 128 caballos, en lugar de los 116 con los que lo habíamos probado en el Cee’d.

En uso normal, el gasto medio de combustible se sitúa en un 5,8 litros según nuestras propias mediciones. El problema es que la entrega de potencia de este motor no es para nada progresiva. Dispone de un par muy elevado a medio régimen (260 Nm / 1900-2750 rpm) pero a bajo está vacío y en la parte alta del tacómetro tampoco encontramos la respuesta satisfactoria que cabría esperar en un motor de esta potencia. Así se explica que sus prestaciones no sean precisamente brillantes. Acelera de 0 a 100 km/h en 11,3 segundos y alcanza una máxima 182 km/h. En este último apartado su aerodinámica tampoco le ayuda, precisamente.

Valor de compra

El Kia Soul Diesel parte de los 15.968 euros, un precio más que respetable si tenemos en cuenta las limitaciones de equipamiento que presenta. En este aspecto, la mayoría de sus rivales como el Citroën C3 Picasso o el Nissan Note o el Renault Grand Modus le aventajan y todos ellos están disponibles con un motor Diesel por un coste menor. Eso sí, ninguno de ellos ofrece un propulsor tan potente y ni mucho menos una imagen tan juvenil como el Soul.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.