La palabra Delta trae a la memoria de los aficionados al motor mil batallas del mundo de los rallies, pero esta inevitable referencia no casa en absoluto con el carácter comedido y sereno del nuevo Delta. La imagen del coche ya lo deja claro: un coche para adultos que rebosa elegancia y clase por dentro y por fuera. Pero al conducirlo sorprende por un agradable dinamismo gracias a una puesta a punto de suspensiones excelente, que sin hacer mella en la comodidad, permite una eficacia en carretera en sintonía con lo que se espera de la histórica marca italiana.

Conducción
La plataforma del Lancia Delta deriva de la empleada en el Fiat Bravo pero está alargada 10 centímetros para llegar hasta los 2’70 metros, la mayor de la categoría. No obstante no se aprecia que por ello le falte agilidad, incluso se porta con alegría en curvas cerradas. En realidad va mucho mejor que el coche del que deriva en todos los sentidos gracias a una puesta a punto de las suspensiones mucho más acertada. La dirección se siente precisa, se balancea muy poco en curva y la estabilidad resulta intachable. Al mismo tiempo es cómodo, por lo que me parece uno de los compactos más afinados en cuanto a comportamiento. Dispone de un programa electrónico vinculado al control de estabilidad que gestiona la tracción (Absolute Handling System) creando un efecto parecido al de un diferencial autoblocante y que se mitiga el subviraje en las ruedas delanteras al acelerar en curva.

La dirección es un tanto extraña al principio. Parece imprecisa en línea recta e incluso demasiado blanda en los giros, pero pasados unos kilómetros de adaptación trasmite confianza y precisión. El botón “City”, típico de Fiat, deja la dirección excesivamente suave, por lo que no entiendo qué sentido tiene en un sistema que automáticamente ya se vuelve suficientemente suave en ciudad gracias al software electrónico.

En cuanto al motor 1.4 Turbo jet de 150 caballos, casa perfectamente con el carácter del resto del coche: tiene potencia y nervio si se le piden prestaciones, pero consume muy comedidamente si se conduce con tranquilidad. Hasta 3.000 revoluciones / minuto tiene un carácter tranquilo, un nivel sonoro discreto y los consumos si no se supera este régimen son bajos; pero a partir de ahí el turbo sopla con decisión y el motor cobra mucho carácter, empujando con fuerza en las seis marchas, a costa de un incremento notable de los consumos. Si se va a practicar habitualmente una conducción rápida es mejor y más económico un coche de mayor cilindrada; pero si se pretende circular como norma general con suavidad y dentro de los límites que marca la ley el gasto del Lancia 1.4 Tjet sorprenderá gratamente, sin pesar que de vez en cuando se use con alegría. En nuestra prueba al ritmo del tráfico mantuvimos consumos combinados de entre siete y ocho litros / 100 kilómetros. Si se circula más deprisa superaremos fácilmente los nueve litros.

Confort
El interior destaca por dos virtudes: la elegancia de los acabados y el espacio en las plazas traseras, propias de una berlina de gama muy alta y que no tienen posible comparación con cualquier otro compacto. Las plazas delanteras gozan de un buen confort, gracias a unos asientos de mullido blando. No sujetan el tronco en absoluto pero son cómodas en viajes largos.

Es destacable que a pesar de basarse muy estrechamente en el interior del Fiat Bravo -al que calca la forma del salpicadero, la consola central y hasta los revestimientos de las puertas- el Delta logra diferenciarse del modelo de Fiat con claridad (y fortuna) gracias a sus más exclusivos materiales, destacando los tapizados en Alcántara. Lo que no está tan bien logrado es la ergonomía, con mandos que no están donde deberían –como los botones que regulan la altura de los faros, más a mano del pasajero que del conductor- o el reposabrazos central completamente prescindible, por lo inútil de su situación demasiado baja. otro detalle negativo en este sentido es la mala visibilidad trasera, que dificulta las maniobras en marcha atrás a causa de una luneta demasiado elevada para ser práctica.

Las plazas traseras como ya hemos avanzado son una auténtica sorpresa. Es extraordinaria la longitud para las piernas y además los respaldos se pueden reclinar hasta 25 grados. La plaza central sin embargo no es precisamente cómoda, al quedar muy alta y condicionada por el ancho túnel de trasmisión, que obliga a colocar los pies sobre él. Tampoco la anchura interior de las plazas traseras anima a hacer muchos kilómetros con tres ocupantes en su mullido y cómodo butacón, porque sobrará el que vaya en medio. La banqueta se puede desplazar para dar o quitar espacio al maletero.

El espacio para equipajes es otro punto fuerte con 465 litros de capacidad, más que algunas berlinas con maletero separado, aunque la boca de carga resta puntos en este sentido porque es alta y estrecha.

Valor de compra
La gama delta se articula en tres niveles de acabado: Argento, Oro y Platino. El primero de ellos está reservado a las mecánicas inferiores, por lo que con nuestro motor se pueden elegir los otros dos, que se diferencian básicamente en que el acabado Platino incorpora un gran techo solar practicable (denominado “GranLuce”).

Aunque cuenta con demasiadas opciones que “se quieren” de serie en un coche con una imagen tan distinguida -los faros bixenon, los sensores de aparcamiento, el encendido automático de luces y limpiaparabrisas o la conexión multimedia USB, opción de precio exagerado, por cierto- el precio base está muy ajustado y permite elegir opciones sin alcanzar el precio de su directo rival, el Audi A3 Sportback, bastante más caro de entrada (más de 3.400 euros de diferencia entre ambas tarifas), y que además tampoco destaca por su dotación básica si no precisamente por todo lo contrario.

Además el Audi está muy visto, hay muchísimos, y en cuanto a exclusividad e imagen el Lancia le mete un tanto... aunque hoy por hoy, a la hora de recuperar parte de su valor cuando se quiera cambiar de coche, un Audi se vende más rápido y mejor de segunda mano que un Lancia.

Motor vehicle, Road, Mode of transport, Vehicle, Transport, Infrastructure, Grille, Road surface, Car, Automotive mirror,