El Lotus Evora 400 ha supuesto un antes y un después para la firma británica. Después de un periodo económicamente desastroso, los de Hethel confiaron en el ligero 400 para volver al buen camino en 2014. Este modelo mejoró en todos los sentidos al Evora de 2009 y significó el regreso al mercado estadounidense, donde las cifras están siendo tan positivas que se ha optado por lanzar el 410, situado un escalón por encima del 400.
Pero apenas unos meses después del lanzamiento de su hermano mayor, el 400 recibe un nuevo paquete de mejoras que añade varios componentes propuestos por el 410. La intención es aligerar el peso máximo para mejorar el rendimiento, para ello se ha utilizado la fibra de carbono y el titanio. De esta forma, el rápido modelo británico recibe un nuevo splitter frontal, tapas de los retrovisores más ligeras, un difusor trasero de nueva hornada y un techo considerablemente menos pesado que el original, todo ello construido en fibra de carbono.
Lotus también ha puesto a disposición de los clientes un nuevo sistema de escape de titanio, que además de reducir el peso del conjunto, mejora el rendimiento y afina el sonido producido por el bloque V6 de 405 caballos de potencia. Asimismo, el catálogo de opciones permite sustituir la batería original por otra de litio, arañando así otra buena ración de kilos a la báscula y consiguiendo una tara máxima de 1395 kilogramos.
Por último, y aunque pueda parecer poco importante, la marca ha equipado al Evora 400 Carbon Pack con posavasos situados en el túnel central –solo añade 120 gramos a la tara máxima–, un elemento imprescindible para los clientes norteamericanos, al fin y al cabo el mercado manda.
