Maserati inaugura una nueva etapa con este Quattroporte de sexta generación que representa un importante paso adelante en cuanto a tecnología y prestaciones se refiere. A la lujosa y deportiva berlina italiana no han dejado de salirle rivales de gran entidad en los últimos años: Porsche Panamera, Aston Martin Rapide o BMW Serie 6 Gran Coupe son algunos de los ejemplos más importantes. Conscientes de la necesidad de recuperar terreno, en la firma del tridente han apostado por aligerar peso, añadir potencia y, sobre todo, tecnología para mantenerse como punta de lanza.

De esta forma, el nuevo Quattroporte estrena una familia de motores de gasolina con inyección directa y sobrealimentación twin-turbo. El más asequible es un V6 de 3.0 litros que entrega 410 caballos y 550 Nm de para y, por si esto fuera poco, el escalón siguiente lo marca un V8 de 3.8 litros con 530 caballos y 710 Nm de par máximo. Ambos propulsores han sido diseñados por Maserati Powertrain y su producción correrá a cargo de Ferrari en Maranello (Italia).

La nueva generación mejora las prestaciones y logra una rebaja del consumo y las emisiones cifrada en un 20% por el fabricante. El nuevo V6 twin-turbo gasta 10,5 litros/100 km en ciclo combinado y presenta unas emisiones de 244 gr/km. Para que se hagan una idea, el Quattoporte anterior más bajo de gama era un V8 de 4.2 litros que gastaba 14,7 litros de media y emitía 330 gr/km de CO2.

En el apartado de prestaciones. El nuevo Quattroporte con motor 3.8 twin-turbo pasa de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y alcanza una velocidad punta de 307 km/h, es notablemente más rápido que el anterior 4.7 GT-S con un bloque más compacto y eficiente, mientras que el V6 logra una velocidad máxima de 285 km/h, también excelente.

Ambos motores estarán disponibles con el nuevo cambio automático de ocho marchas y con tracción trasera o integral, esta última opcional.

En lo referente al nuevo bastidor, Maserati presume de haber logrado un reparto perfectamente equitativo de los pesos al 50/50 entre los dos ejes. Además, se ha ampliado la batalla logrando una mayor estabilidad y unas cotas interiores más generosas, especialmente en la parte trasera. Pero quizá lo más interesante sea la rebaja del peso, cifrada en “casi 100 kilos” por la propia marca –el V8 pesa 1.900 kilos–. Por último, un esquema de suspensiones delantero de doble brazo oscilante y trasero multilink, de cinco brazos, deberían asegurar una respuesta eficaz en carretera.

En materia de equipamiento, las principales novedades se ciñen al equipo multimedia de nueva generación. Incluye una pantalla táctil de 8,4 pulgadas, un equipo de sonido firmado por Bowers and Wilkins con 15 altavoces y posibilidad de conexión a internet mediante hotspot WiFi WLAN. Además, también incluye cámara trasera, arranque sin llave, faros con tecnología led, control de velocidad adaptativo, pantallas LCD de 10,2 pulgadas para los reposacabezas delanteros y demás extras que vendrán a encarecer su precio base, de unos 130.000 euros aproximadamente.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.