La modificación de deportivos alemanes está a la orden deldía entre los preparadores de todo el planeta, especialmente entre las casasteutonas, que suelen dejarnos con la boca abierta cuando nos muestran sustrabajos. Pero no solo de deportivos vive el hombre, sobre todo en una época enla que más de un modelo familiar es capaz de sacar los colores a cualquier supercar.Es el caso del Mercedes Clase C AMG Estate, que ya en su versión de serie estoda una bestia capaz de ir realmente rápido, pero que, tras pasar por eltaller del preparador Piech, se ha convertido en todo un monstruo.
Se llama ‘Rottweiler’ y gracias a un nuevo kit de carroceríaadopta una estética de lo más agresivo, respetando, eso sí, la sobriedadcaracterística del modelo alemán. Piech incorpora nuevos parachoques, faldoneslaterales y un llamativo spoiler trasero, todo ello construido en fibra decarbono, lo cual ayuda a no disparar el peso del conjunto. Las espectacularesllantas de 20 pulgadas ponen la guinda a la nueva imagen de este rápidofamiliar.
En el apartado mecánico el V8 biturbo eleva su potencia desdelos 476 hasta los 603 caballos de potencia, arrojando un par máximo de 840Newton metro, enviados sin compasión a las ruedas traseras. Gracias a ello esteClase C se permite pasar de 0 a 100 kilómetros por hora en tan solo 3,8segundos, tres décimas más rápido que el modelo de serie.
Para aquellos que no necesiten tanta potencia pero síbusquen la estética de esta preparación, Piech ofrece el mismo paquete estéticopara cualquier versión de este modelo, incluyendo separadores de rueda en laparte posterior y una menor altura de los muelles para conseguir una imagen másagresiva.
