Está claro que el Mercedes G 500 4x4² es uno de los vehículos más impactantes del mercado, sin embargo no es suficiente para algunos clientes, que gracias al nuevo proyecto de Mansory pueden estar de enhorabuena. El preparador ha modificado el mastodóntico todoterreno alemán para darle su toque de distinción y crear una máquina única que no pasará desapercibida ante los ojos de nadie.
El preparador, especializado en fibra de carbono, ha escogido el color azul cielo para la carrocería del clase G, mientras que la mayoría de los detalles están fabricados en el noble y ligero material, que ha sido barnizado con una capa brillante. La parrilla delantera, el capó, los pasos de rueda, el techo, las molduras laterales, los retrovisores, el alerón y otras partes como los tiradores de las puertas o los protectores de los pilotos traseros están construidos en fibra de carbono, aportando un toque ‘racing’ a la ruda estética de este 4x4.
Mansory también han sido rediseñadas las salidas del sistema de escape–modificado convenientemente para la ocasión– que siguen desembocando en el lateral del vehículo pero han cambiado de forma para ser rectangulares. Este G 500 también incorpora unas útiles escaleras plegables que mejoran el acceso al habitáculo, situado a una distancia considerable del suelo a consecuencia de las enormes ruedas y el largo recorrido de la suspensión.
En el interior se combina el lujo con la funcionalidad. El volante de serie ha sido sustituido por uno más deportivo y diseñado para la práctica offroad, mientras que los pedales de alumino garantizan el control del vehículo bajo cualquier circunstancia. Toda la tapicería ha sido fabricada de forma artesanal, y por supuesto, la fibra de carbono está muy presente en cualquier parte de la cabina. Mansory no se ha olvidado del color azul del exterior, que forma parte de las costuras, algunos detalles decorativos y las esferas del panel de mandos.
