Mientras algunas marcas como Jaguar, Bentley o Rolls-Royce ultiman sus planes para desembarcar en el segmento SUV, otras como Mercedes aprovechan para afinar unos productos con casi dos décadas de experiencia. Este es el caso del Mercedes GLE 2016, el sustituto natural de un Clase M inicialmente llamado ML y estrenado nada menos que en 1997.

Ahora, la casa de Stuttgart ha aprovechado el cambio de nombre para acometer un exhaustivo restyling en este modelo, al que ha dotado de motores más eficientes y un equipamiento tecnológico a la última, aunque en el apartado estético la reforma haya sido somera.

En lo referente a la mecánica, nos encontramos ahora con las versiones de gasolina GLE 400, 500, 63 AMG y 63 AMG S y con los Diesel 250d y 350d. Además, un híbrido como el 500e también estará disponible desde el lanzamiento y es que esta variante ha resultado clave para anunciar una rebaja del 17% en las emisiones medias de este modelo, que también incluye ahora versiones con tracción trasera además de las 4MATIC y que estrena también un cambio 9G-TRONIC de nueve marchas que por cierto, es de serie.

Entrando un poco más en profundidad, la versión de acceso, el GLE 250d, es la única con tracción simple y cuenta con el motor 2.2 turbodiésel de cuatro cilindros y 204 caballos, que anuncia un consumo medio de sólo 5,4 litros/100 km, sencillamente impresionante. Con el cambio automático el gasto se eleva pero sólo hasta los 5,7 l/100 km.

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El otro Diesel, 350d, mantiene el V6 de 3.0 litros y 258 caballos y también presume de consumo medio: 6,4 l/100 km. Sin embargo, el más eficiente –al menos sobre el papel– es el híbrido 500e, que asocia un motor V6 3.0 de gasolina a otro eléctrico para alcanzar los 442 caballos y a pesar de ello declara un 3,3 l/100 km de gasto medio.

Ese mismo bloque de gasolina, el 3.0 es el que anima al GLE 400 y desarrolla 333 caballos, mientras que el 500 recurre al V8 de 4.7 litros para entregar 435 CV y los Mercedes-AMG hacen lo propio con el 5.5 biturbo, que declara 557 caballos, 585 CV en su versión AMG GLE 63 AMG S.

Con este último propulsor el gigantesco GLE pasa de 0 a 100 km/h en 4,2 segundos y su velocidad punta está autolimitada a 280 km/h.

Entre las claves mecánicas con las que Mercedes ha logrado esta mejora en la eficiencia destaca su construcción ligera, así como un sistema eléctrico que ha reducido su consumo con la adopción de elementos como los faros y pilotos con tecnología LED Intelligent Light System. El nuevo GLE también es algo más aerodinámico aunque con la reforma su longitud y su anchura han ganado casi dos centímetros. Mide 4,82 metros de largo, 1,94 de ancho y 1,84 de alto.

En el interior lo más destacado es el nuevo sistema de infoentretenimiento que integra una pantalla multifunción en el centro del salpicadero, modifica el cuadro de mandos añadiendo información adicional e incluye funciones de conectividad avanzadas para dispositivos móviles. A nivel de decoración también apreciaremos nuevos tonos como los 'ginger beige', 'espresso brown', 'saddle brown' y 'porcelain'.

El Mercedes GLE con sus variantes Mercedes-AMG GLE 63 y 63 S se mostrará durante los próximos días en el Salón del Automóvil de Nueva York y estará disponible en nuestro mercado a mediados de año.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.