En el mundo de los deportivos parece que algo está cambiando. Hemos vivido durante los últimos años una escalada de potencia que ya no permite explorar –ni de cerca- los límites del motor y del propio coche. Pero actuaciones como la que ha llevado Mercedes con el nuevo SL 63 AMG, que ha reducido su peso en más de 100 kilos respecto al anterior, nos indica que algo está cambiando. Y es que aunque estas medidas se tomen principalmente para reducir las emisiones y consumos, también se notan dinámicamente.

De esta manera, el Mercedes SL más deportivo incluye numerosas mejoras que dejan el peso en 1845 kilos -125 menos que el anterior- gracias a una carrocería de aluminio que utiliza una técnica similar a la del SLS y además mejora la rigidez. Otros materiales compuestos como el magnesio o el carbono–se utiliza para fabricar la tapa del maletero- aportan su granito de arena. También se ha reducido la masa no suspendida en elementos de la suspensión que ahora son de aluminio.

Tampoco podía faltar una vuelta de tuerca al propulsor 5.5 V8 biturbo que rinde 537 caballos y 800 Nm de par que el permiten alcanzar los 100 kilómetros/hora en 4,3 segundos y los 200 en menos de 13. La velocidad está autolimitada a 250 km/h, aunque Mercedes ofrece por 4.280 euros el paquete AMG Perfomance que lo deslimita hasta 300 e incrementa la potencia en 27 caballos y el par en 100 Nm.

El nuevo SL 63 AMG no sólo es más rápido, también consume un 30% menos y más eficaz gracias pesar 125 kilos menos que su predecesor

El consumo y las emisiones han sido el otro caballo de batalla y se reducen en nada menos que el 30%, lo que son 4,2 litros menos por cada 100 kilómetros recorridos que su predecesor. Sistemas como el Start Stop, la desactivación del motor en condiciones favorables o modos específicos en la transmisión de doble embrague Speedshift MCT de 7 velocidades se suman a la rebaja de peso para lograr esta cifra. Pensándolo fríamente, menos de 10 litros –pongamos dos más en condiciones reales- para casi 550 caballos es un registro excelente.

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El apartado dinámico se ha mejorado con nuevos reglajes de la suspensión que cuenta con el sistema ABC– Active Body Control- que controla los muelles y amortiguadores y dispone de 3 modos. A esto se une una dirección electromecánica, un sistema ESP específico y unos frenos mejorados con discos de 390 milímetros de diámetro con pinzas fijas de seis pistones en el tren delantero y el trasero cuenta con discos de 360 mm y pinzas flotantes monopistón. Las llantas de aleación de 19 pulgadas son de construcción ligera y montan neumáticos delanteros 255/35 y traseros 285/30. La estética ha sido igualmente afilada con pasos de rueda más prominentes, logotipos 'V8 Biturbo', cuatro salidas de escape o un frontal con entradas de aire más generosas.

El interior está marcado por el diseño ya visto en esta generación, que se inspira en el SLS y se añade fibra de carbono por doquier para darle una apariencia más deportiva, asi como asientos con más sujeción, numerosas inscripciones AMG y un equipamiento superior. El techo panorámico Magic Sky o las salidas de aire en el cuello Airscarf son opcionales.

Además, el nuevo Mercedes SL 63 AMG se pone a la venta en una versión especial ‘Edition 1’ que incluye nuevas llantas forjadas más ligeras, el paquete AMG Perfomance, tapicería en piel roja o blanca exclusiva, un equipo de sonido Harman Kardon. El techo panorámico y el Airscarf también son de serie, en esta versión que costará 189.269 euros. Un poco "menos caro" será la versión normal que costará 157.675 euros y se pondrá a la venta en mayo de 2012.

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