Mercedes-Benz, al igual que Nissan y su prototipo Teatro for Dayz, asume que, para la Generación Z, el rol del automóvil en las megalópolis deja de ceñirse al de mero medio de transporte y se convierte también en un compañero digital adicional. Tokio constituye uno de los entornos donde mejor se refleja esta tendencia y a sus jóvenes habitantes dedica el prototipo Vision Tokyo que ha creado para la feria automovilística de la capital nipona.
Este monovolumen parte de los progresos mostrados en el F 015 Luxury in Motion que el fabricante alemán presentó en enero en el Salón de Detroit. Mide 4,8 metros de longitud, 2,1 de anchura y 1,6 de altura y su diseño está condicionado por la función de "salón rodante" del vehículo.
Sobresalen la gran parrilla delantera, los faros extendidos hacia los laterales como los del AMG Vision Gran Turismo, los anchos pasos de rueda que cobijan llantas de 26 pulgadas, la puerta con apertura de tipo ala de gaviota y los anillos de ledes a modo de pilotos traseros con efecto tridimensional. El parabrisas no se prolonga por el techo como en el F 015, sino de forma transversal como si se tratara de una embarcación de lujo.
Una característica externa que el Vision Tokyo comparte con el Nissan Teatro for Dayz son los paneles de diodos luminosos. Siguiendo una estrategia similar aplicada a los del prototipo nipón, los del Mercedes-Benz, integrados en la parrilla y en la zaga, disponen de una función que, si los ocupantes están escuchando música, cambia el patrón de luces para que parezcan ondas sonoras que se mueven al ritmo del tema que se esté reproduciendo.
El interior prescinde de las tradicionales filas de asientos y las reemplaza por un sofá con forma de U. Se extiende por detrás del único asiento independiente. Delante de él se halla el volante y un sistema de proyección de información sobre una lámina colocada encima del primero.
Frente al sofá, los ocupantes cuentan con un holograma tridimensional mediante el que se accede a los servicios y las opciones que ofrece el sistema multimedia, enfocado principalmente a la conectividad. Una segunda pantalla incorporada a la parte interna de la puerta muestra un menú más convencional a la derecha y datos de navegación a la izquierda.
El Vision Tokyo utiliza el mismo sistema de propulsión que el F 015 Luxury in Motion: un motor eléctrico alimentado por una batería de litio-azufre y una pila de combustible dependiendo del tipo de conducción. La primera otorga 190 kilómetros de autonomía y la segunda, 790. El hidrógeno se almacena en depósitos fabricados con plástico reforzado con fibra de carbono -CFRP, por sus siglas en inglés- y la batería es compatible con un proceso de recarga por inducción.
El modo de conducción autónoma se basa igualmente en la tecnología vista en el prototipo de Detroit. Cuando está activado, el asiento individual se acopla al sofá para acercar al conductor al resto de pasajeros. En modo manual regresa a la posición anterior para que maneje el volante. Mercedes-Benz afirma que este mecanismo proporciona más comodidad que el alternativo habitualmente empleado en las cabinas de las aeronaves.
