Ford se ha acostumbrado a acaparar premios de todo tipo desde que lanzó al mercado el propulsor tricilíndrico Ecoboost, destinado inicialmente al nuevo Focus. Desde entonces, la marca ha ido sumando hitos con esta mecánica, como el récord que obtuvo en la pista de Nürburgring con un fórmula dotado con este compacto bloque que demostró entonces de lo que era capaz.

Esta mecánica presume de ofrecer un rendimiento mayor que las atmosféricas de cuatro cilindros así como un consumo más reducido, una filosofía que encaja a la perfección con el B-Max, precisamente un monovolumen más pequeño de lo normal que aprovecha al máximo su espacio interior para ser tan práctico como sus hermanos mayores pero mucho más económico en el uso diario, especialmente en ciudad.

Enfrente, el Opel Meriva supone una alternativa de lo más razonable porque es sólo unos centímetros más grande en todas sus cotas y porque cuenta con un motor Diesel que, aunque es bastante más veterano que el Ecoboost presenta un consumo contenido y desarrolla 130 caballos de potencia.

APROVECHADOS AL MILÍMETRO

En el aspecto funcional, el Opel aprovecha su mayor tamaño para ofrecer un espacio interior más amplio y sobre todo un maletero más aprovechable. El Ford, en cambio, presenta un sistema de apertura de puertas laterales correderas que prescinde del pilar B de la carrocería y resulta mucho más práctico que la apertura ‘antagónica’ del Meriva, especialmente cuando aparcamos en batería. En ciudad maniobramos mejor con el B-Max y tan sólo echamos en falta un radio de giro más corto.

En cualquier caso, es en carretera donde las diferencias entre ambos resultan más palpables. Lo primero que llama la atención es la diferencia de rumorosidad, en el Opel escuchamos el ruido del motor en todo momento mientras que en el Ford prima el silencio. En cambio, la respuesta al acelerador es ligeramente mejor en el Diesel que también se ahorró unas décimas de combustible en el recorrido de pruebas, 5,6 frente a los 6 litros/100 kilómetros que firmó un Ecoboost que, en cualquier caso, nos maravilló por su rendimiento y buen tacto, además, las cifras le dan la razón.

CONCLUSIÓN

El sobrecoste que hay que asumir por la compra del Meriva impide que, transcurridos cinco años y 50.000 kilómetros, amorticemos mejor su compra que la del B-Max. Todo ello a pesar de que la reventa del Diesel es notablemente más cuantiosa que la del gasolina especialmente en este segmento. En defensa del Opel, hay que apuntar un consumo real mucho más ajustado al que refleja su ficha técnica que el logrado con el Ford, que se desmarcó con un gasto ligeramente superior al de su oponente en el mismo recorrido. En cualquier caso, es preferible el Ecoboost por su finura y rendimiento frente a un veterano 1.7 CDTi que resulta bastante más tosco.

Ford B-Max Ecoboost: 16.050 euros
Precio combustible (50.000 kms.): 1,40 euros/litro; 3.430 euros
Precio del seguro (5 años): 1.800 euros
Reventa (5 años, aprox.): 7.500 euros
Coste final: 14.950 euros

Opel Meriva 1.7 CDTi: 20.248 euros
Precio combustible (50.000 kms.): 1,32 euros/litro; 3.498 euros
Precio del seguro (5 años): 2.050 euros
Reventa (5 años, aprox.): 10.000 euros
Coste final: 17.196 euros

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.