Y lo cierto es que, aunque cada conductor tiene diferentes gustos y necesidades, conducir un coche eléctrico es una experiencia reconfortante. Requiere, eso sí, de cierto periodo de adaptación, porque cuando nos acoplamos en el habitáculo del iOn corremos el riesgo de olvidar que vamos a conducir un coche eléctrico. Volante, dos pedales, palanca típica de caja de cambios automática y todos los mandos distribuidos de forma convencional.

Sólo si nos fijamos más al detalle descubriremos ciertas particularidades que nos informan de que estamos a los mandos de una máquina con motorización exclusivamente eléctrica.

En el cuadro de mandos encontramos destacados un indicador muy similar al del nivel de combustible de los coches convencionales, pero que marca la cantidad de energía disponible en las baterías que alimentan al motor. Justo al otro lado, encontramos la autonomía disponible, que en condiciones óptimas y con la batería cargada al máximo es de 150 kilómetros -ciclo mixto homologado-. Entonces, giramos la llave y comprobamos como en el mismo cuadro se enciende una luz: “Ready”. El coche está ‘arrancado’.

Sin que percibamos el más mínimo ruido o vibración, el Peugeot iOn comienza moverse y se deja manejar con gran soltura a la hora de salir del parking o realizar cualquier otro tipo de maniobra en ciudad. Responde con gran precisión y suavidad al acelerador, tiene un tacto blando de dirección y un diámetro de giro entre bordillos realmente escaso: 9 metros. Todas estas virtudes unidas a sus compactas dimensiones -3,47 metros de largo, 1,47 de ancho y 1,61 de alto- dan como resultado un ciudadano realmente ejemplar. Por no hablar de las emisiones cero...

Marcha verde

Rodar con el iOn es una experiencia bastante gratificante, porque además de ser un coche cómodo de suspensiones, dispone de un motor que no transmite ruido alguno al habitáculo y que responde al acelerador con inmediatez y contundencia. Y es que como todo eléctrico, ofrece su par máximo desde parado –180 Nm- por lo que a pesar de desarrollar una potencia contenida –64 caballos- el conductor tiene la sensación de llevar un coche más enérgico. No en vano, pasa de 0 a 50 km/h en 5,9 segundos. Todo ello sin los típicos arreones de los motores térmicos y sin emitir CO2. Pero además de ser ecológico, el iOn es un coche con un coste por kilómetro realmente escaso.

Según la marca, el coste medio rondaría actualmente los 1,5 euros /100 km.

El único inconveniente de conducir un coche de este tipo es que todavía no hay infraestructuras suficientes para poder recargarlo de forma rápida en cualquier sitio. El iOn permite recargas sus baterías de tipo ión-litio y 16 (kW.h) en tomas de alimentación doméstica -220V- con un tiempo estimado de carga completa de 6 horas, mientras que en un punto de recarga rápida -330V- puede cargar hasta un 80% en 30 minutos.

Sencillez

Por lo demás, la gama de iOn será muy reducida, como es habitual en los coches que no tienen previsto un número amplio de ventas. La previsión de Peugeot es que en 2020 este tipo de coches acumulen un 4% de cuota de mercado. De esta forma, sólo se ofrecerá un nivel de acabado con un equipamiento de serie que incluye: radio cd con entrada auxiliar tipo USB, bluetooth, cierre centralizado, aire acondicionado, elevalunas eléctricos, faros antinieblas, faros frontales inteligentes, llantas de aleación, seis airbags, control de estabilidad, repartidor electrónico de frenada y asistente a la frenada de emergencia.

Opcionalmente se puede optar por un navegador portátil, asientos o espejos calefactados o la configuración de dos plazas con un espacio de carga de 1.000 litros -con 4 plazas la capacidad es de 168 litros-, una configuración pensada para su posible uso como vehículo comercial que todavía está en periodo de homologación.

Lo más interesante, quizá, es el Peugeot Connect, un sistema que conecta el coche directamente con la central de asistencia de la marca para que puedan ir a recoger a su conductor si el coche se detiene y este pulsa el botón SOS.

Peugeot iOn

Lettermark
Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.