El Ibiza ST presume de carrocería alargada. Estira hasta 18 centímetros su longitud respecto al cinco puertas para conformarse con unos respetables 4,23 metros de largo. La suma de centímetros ha recaído directamente sobre el voladizo trasero para lograr un aumento considerable del volumen de carga. El maletero cubica 430 litros frente a los 292 del citado cinco puertas y el Sport Coupé (3p.), aunque el ST con los asientos abatidos puede obtener unos respetables 1.164 litros de capacidad total. Este aumento de cotas ha ido parejo a una modificación de la estética tradicional del Ibiza y, aunque el diseño general sea algo más conservador que el mostrado en el concept IBZ, su imagen es otro de sus puntos fuertes.


Conducción 15/20

El bloque 1.6 TDI common rail de 105 caballos, es un socio inmejorable para un coche de estas características y exactamente lo mismo le ocurre al cambio manual de cinco marchas que lleva acoplado. Se maneja con gran precisión y agilidad y permite extraer todo el potencial del propulsor. Este conjunto mecánico demuestra potencial más que suficiente para mover los 1.225 kilos que pesa el coche en vacío.

Nada más arrancar el motor comprobamos como el common rail ha reducido la rumorosidad de los bomba-inyector, aunque tampoco es una tecnología prodigiosa del silencio y, para colmo, influye negativamente en el funcionamiento del motor que ha perdido su característica respuesta contundente a bajo y medio régimen. Algo que queda reflejado en el apartado de las prestaciones, penalizando hasta 10,9 segundos en la aceleración de 0 a 100 kilómetros hora, y conformándose con una velocidad máxima de 188 kilómetros/hora. Con todo y eso, para un coche de la filosofía de este ST son registros más que suficientes y a cambio, su consumo medio homologado ha quedado reducido a 4,2 litros/100 kilómetros, gracias en buena parte a los desarrollos alargados de su caja de cambios, que tiene una quinta velocidad tan larga como la sexta de otras cajas. Así se explica que a 120 kilómetros/hora, el propulsor se mantenga a unas 2.200 vueltas, algo ideal para viajar manteniendo un gasto mínimo, aunque obliga a jugar demasiado con el cambio en las zonas de montaña.

El resto de órganos mecánicos goza de una salud envidiable. La dirección de asistencia electrohidráulica es de primer nivel, suave y precisa, los frenos ofrecen potencia más que suficiente y buen tacto y la firmeza de las suspensiones nos mantienen pegados al asfalto en las zonas de curvas. Sirva como conclusión, que no se aprecian diferencias respecto al resto de los Ibiza y eso es mucho decir.


Confort 12/20

En el habitáculo del ST lo que más llama la atención es que todo está pensado para un uso práctico. Nada más abrir el portón trasero, bastante ligero, comprobamos como la boca de carga tiene unas cotas sobresalientes, es ancha alta y de formas regulares y sobre todo, ofrece un plano de carga muy bajo que agradecemos al almacenar bultos pesados y/o voluminosos en el maletero.

Las posibilidades del vehículo son tantas que se podría usar como habitual vehículo de carga en algunos trabajos. Conscientes de ello, en Seat ofrecen un sin “paquete almacenaje” , que supone unos 360 o 375 euros extra, en función del motor, y que añade al maletero una serie de ganchos, una toma de corriente de 12 V, dos elásticos, un compartimento que se encuentra debajo de la bandeja y un cajón bajo el piso del maletero. Además, en el habitáculo se incorporan el apoyabrazos, dos cajones debajo de los asientos y una guantera de mayor tamaño. Con todo esto, el Ibiza ST demuestra ser muy capaz y accesible, pues todos estos añadidos quedan a mano, son útiles y económicos. De hecho, tuvimos la oportunidad de comprobar si el maletero del Ibiza ST daría la talla con una sillita de bebé y alguna maleta: perfecto.

Ahora bien, hay algo que tendrán que saber los futuros padres que quieran un coche familiar ‘pequeño’ y estén dispuestos a hacer un desembolso mayor en un monovolumen o SUV compacto, las plazas traseras de estos familiares derivados de utilitarios, siguen siendo tan limitadas por espacio, como en las versiones originales de estos modelos. Son suficientes para que viajen los niños, pero cuando estos crezcan, habrá llegado el momento de pensar en cambiar de coche.

Frente a modelos más caros y de exclusiva vocación familiar, también encontramos algunos inconvenientes como la rumorosidad a velocidades elevadas o el tarado firme de la suspensión, que acentúan unos neumáticos bastante deportivos y limitan el confort en marcha de este auténtico 'multiusos'.


Valor de compra 16/20

El Ibiza ST ya está a la venta con tres acabados disponibles: Reference -ESP, arranque en cuestas, testigo de presión de los neumáticos, radio CD MP3 con cuatro altavoces y aire acondicionado, entre otros- , Style -se añaden varios elementos interesantes, como espejos retrovisores plegables, llantas de 15 pulgadas y Tempomat- y Sport -al Style se le suman llantas de 16 pulgadas, reglaje de suspensión sport, asientos deportivos y cristales tintados-, que se pueden asociar con cualquiera de los tres propulsores turbodiésel disponibles -1.2 de 75 caballos, 1.6 de 90 caballos y 1.6 de 105 caballos-, mientras que las dos motorizaciones gasolina -1.2 y 70 caballos y 1.4 de 85 caballos- sólo pueden adquirirse con Reference o Style.

En cuanto al precio de partida, los acabados básicos y las motorizaciones menos potentes tienen precios muy ajustados -1.2 de 70 caballos y acabado Reference, 14.380 euros-, incrementándose notablemente hasta los más potentes y equipados, como ocurre con el bloque Diesel 1.6 de 105 caballos y acabado Sport -18.390 euros, el más caro de todos-. Al margen se pueden montar varios equipos y opcionales que hacen más exclusivo, deportivo y diferente a este pequeño familiar.

Motor vehicle, Mode of transport, Automotive design, Automotive mirror, Vehicle, Glass, Land vehicle, Vehicle registration plate, Automotive lighting, Infrastructure,