No parece difícil hacer un GTI: basta partir de un compacto, buscar un motor potente, añadir unas suspensiones firmes y montarle los frenos más gordos de la gama. Por supuesto en el interior unos asientos en condiciones y cuatro detallitos. ¿Porqué entonces los demás no logran quitarle el Number One al Golf GTI? Porque la clave está en el equilibrio, en ser deportivo pero sin pasarse y llevar además 30 años interpretando el guión con mayor o menor fortuna según la ocasión, pero con una coherencia intachable. Por eso los hay más potentes, más rápidos, más llamativos... pero no más recomendables para circular serenamente en tu vida cotidiana e inmediatamente después escapar a tus carreteras favoritas.

La sexta generación del Golf GTI cambia poco. Gana 11 caballos que casi no se notan pero al mismo tiempo consume algo menos (y gasolina de 95 octanos, que el anterior en la tapa del depósito exigía repostar 98º), sigue teniendo un excelente aplomo en curvas y gran estabilidad en recta. Incluso las suspensiones se permiten el lujo de parecer algo más suaves que en la quinta generación sin perder calidad en conducción deportiva. En definitiva, resulta que no es tan fácil hacer un buen GTI: lo que pasa es que el trabajo es tan fino que no necesita anunciar a los cuatro vientos el lobo que lleva dentro...


Conducción 18/20

Si quieres sacar el deportivo que lleva dentro, el Golf GTI responde con excelentes argumentos. Las suspensiones firmes -pero no rígidas- apoyan con precisión y no rebotan aunque en mitad de una curva te encuentres un bache. Permiten gestionar los 211 caballos del motor con facilidad, gracias también a que la dirección es precisa y al mismo tiempo requiere menos movimientos de corrección que en otros modelos de la competencia. El acelerador esconde detrás de su pedal 280 Nm desde 1.700 hasta 5.200 revoluciones / minuto -prácticamente toda la curva de uso- pero la carga de par sobre las ruedas no desborda en exceso la capacidad de tracción y al mismo tiempo las aceleraciones y recuperaciones son excelentes. Recuerdo que en este sentido el GTI de quinta generación era bueno, pero no tanto. Algo debe tener que ver con la motricidad el programa electrónico que simula el efecto de un autoblocante mecánico, aunque su intervención no se nota demasiado.

Para lograr versatilidad en el comportamiento de las suspensiones hay que pagar por el sistema de amortiguación regulable DCC, con tres posiciones de dureza y que también está disponible en otras versiones del Golf, aunque con una puesta a punto diferente. Su precio es de 885 euros.


Seguridad 16/20

Con su nobleza de comportamiento, las cinco estrellas en las pruebas EuroNCAP, los sistemas electrónicos de ayuda a la conducción y una dotación muy completa de airbags en la carrocería de cinco puertas, el Golf está tan dotado como el que más en materia de seguridad. Ojo a las plazas traseras en la versión de tres puertas: no es posible equipar airbags laterales traseros ni siquiera como opción. Los faros doble xenón direccionales son parte del equipamiento de serie.


Confort 15/20

El Golf GTI no es cómodo en ciudad y desplazamientos tranquilos en relación con un compacto sin aspiraciones deportivas, pero cumple en el día a día sin que se haga molesto, mejor que los típicos rivales de la categoría. Me vienen a la cabeza los potentísimos Seat León Cupra, Opel Astra OPC o Renault Megane F1 Team. Quizá el Ford Focus ST sea más comodo. Los asientos son cómodos una vez sentado, pero para entrar y salir lógicamente están condicionados por unos bordes laterales muy esculpidos.

Ofrece un alto equipamiento de serie, superior al resto de la gama Golf, que incluye por ejemplo el encendido automático de luces y la activación de los limpiaparabrisas en caso de lluvia, así como control de velocidad, climatizador de dos zonas o espejos retrovisores fotosensibles. A partir de este verano podrá equiparse el Golf GTI con un control de crucero adaptativo (ACC) que regula automáticamente la velocidad en función del ritmo del tráfico, con un margen de funcionamiento entre 30 y... 210 kilómetros/hora.


Ecología 10/20

Un GTI que se precie no puede ser el rey de las bajas emisiones, qué duda cabe, pero entre sus iguales es un ejemplo a seguir. Además, si quieres limpiar tu conciencia ecológica, puedes adquirir el equipamiento opcional “CO2 Neutral” de Volkswagen, consistente en la plantación de 20 árboles en la sierra de Alcaráz, en Albacete, cuyo cuidado y crecimiento está garantizado durante 40 años y que limpian en la atmósfera el equivalente a las emisiones de tu coche si realizas un kilometraje anual de 20.000 kilómetros. Cuesta 130 euros... Si no lo crees, visita la web del proyecto aquí.


Valor de compra 12/20

Por 28.910 euros no se puede decir que sea una ganga, pero tampoco es realmente caro si se compara con sus rivales. Un Ford Focus ST cuesta 26.965 euros, no va tan bien como el Golf GTI y consume bastante más; Un Honda Civic Type R cuesta 26.800 euros y tampoco es tan satisfactorio en general; un Seat León Cupra puede ser una buena alternativa para quien busque sobretodo prestaciones y tiene un precio base de 27.200 euros. Otra opción es el Audi A3 con el motor 2.0 TFSI de 200 caballos que equipaba la anterior generación GTI, que en la versión básica Attraction (menos equipada que nuestro protagonista) tiene un precio de 27.860 euros y en la lujosa Ambition cuesta 31.200.

Teniendo en cuenta que el equipamiento de serie es bastante completo y que prácticamente no ha subido de precio con respecto a la anterior generación, en este apartado considero que se merece una buena nota dentro de lo que cabe, pues no deja de ser un compacto con un precio de coche grande.

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