El slogan de Volkswagen para vender el Scirocco es “sé bueno”. Nosotros tras conducirlo hemos tenido que añadir algo más: “si puedes”.

En algunas ocasiones la primera impresión es lo que cuenta. Cuando miramos al Scirocco ‘a los ojos’ percibimos una agresividad tremenda. Seducidos en buena medida por ese aire de‘tipo duro’ nos ponemos al volante para comprobar de que es capaz un coche de su caché. El elegido por Volkswagen para sustituir al mítico Corrado casi una década después de su desaparición y el heredero de una tradición que data de 1974 cuando se produjo el primer Scirocco, realizado sobre la base mecánica del Golf Mk1.

Conducción

Giramos la llave y reconocemos el sonido del motor 2.0 TSI a la primera. En el recuerdo, las experiencias vividas a bordo del Golf GTI. Las pulsaciones se disparan, las puertas del madrileño circuito del Jarama se abren delante de nosotros. Acariciamos el acelerador y ¡salimos!. En la arrancada el Scirocco deja claras sus intenciones y nos encaja en el asiento. Las primeras curvas del trazado nos cogen prácticamente por sorpresa, pensando en el conjunto motor-cambio. El bloque 2.0 TFSI asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades es casi tan efectivo como con el cambio automático de doble embrague DSG y presenta un manejo rápido, cómodo y preciso. Además, nos ahorramos algo más de 1.700 euros en el precio del coche y en carretera logramos cifras de consumo muy satisfactorias para un coche turboalimentado de esta potencia.

Nos quedamos sin tiempo para profundizar en el análisis, ya habrá ocasión en carretera. Ahora llegamos a la zona de Le Mans con el cuentavueltas por encima de las 5.000 y el Scirocco emitiendo un sonido embriagador.

En las zonas más reviradas apuramos las marchas y logramos ir mucho más rápido que con cualquiera de sus rivales, aunque el bastidor no se muestre especialmente ágil.

Más bien al contrario, se revela como un coche más estable y noble, que ligero o eficaz. En un escenario como el circuito del Jarama, es normal encontrarse estas limitaciones en los compactos de tracción delantera, pero la nobleza de este bastidor nos ayuda a entrar más confiados en las siguientes curvas, previniendo los continuos subvirajes y controlándolos de forma sosegada.

De esta forma, mejoramos el tiempo en cada pasada. El rendimiento mecánico del Scirocco se muestra muy por encima de rivales como el Alfa Romeo Brera, el Mercedes CLC 230 e incluso de el BMW 120i. Y no se me ocurre ninguna presa más complicada para este atrevido Volkswagen, que además es mucho más asequible y eficiente que cualquiera de los citados.

Confort

Abandonamos la pista para recorrer nuestro habitual tramo de montaña. En la autovía nos percatamos de algún que otro ruido aerodinámico, pero sólo si circulamos por encima de los límites legales de velocidad. Por lo demás, el espacio disponible para el conductor y el acompañante es adecuado, mientras que en la parte de atrás sólo hay espacio para dos personas más y de estatura media. De lo contrario, rozarán con la cabeza en el techo, algo asumible en un coche de este tipo. En general, viajamos a gusto y el maletero no está mal, tiene una capacidad de 292 litros, idéntico a la de un Seat Ibiza de nueva generación. Se puede ampliar a 755 si abatimos los asientos traseros.

Por otro lado, la visibilidad es bastante correcta a pesar del reducido tamaño de la luneta trasera. La forma de los reposacabezas nos permite ver la carretera por el retrovisor interior y en cualquier caso, los exteriores tienen un tamaño considerable.

Tal vez, lo único reprochable es que a pesar de que el Scirocco es uno de los últimos modelos de la marca, algunos detalles del interior como el volante, el cuadro de mandos y la configuración del salpicadero son idénticos al de un Eos, y muy similar a un Golf GTI de la generación anterior. No tienen el aspecto -algo más distinguido- de sus contemporáneos Golf VI o Passat CC. A cambio, los paneles de las puertas son más originales y llamativos y el habitáculo presenta un buen número de huecos porta objetos, aunque todos ellos de poca capacidad, incluida la guantera.

Ecología

Ya en nuestro tramo habitual de pruebas en carretera nos centramos en analizar el motor. Realizamos una conducción más ecológica. No por nuestra desmesurada preocupación por el medioambiente, sino por analizar su consumo. El resultado nos convence bastante, llegamos a bajar el consumo hasta los 7,3 litros/100kilómetros. Una cifra especialmente buena para un coche que homologa un consumo medio en régimen mixto de 7,6 litros que se traduce en unas emisiones de 179 gr/km.

En cualquier caso, lo más habitual en trayectos a diario era gastar una media de 8,5 litros y en una conducción más decidida entre 9,5 y 10, si extraemos lo mejor del motor 2.0 TFSI, que es mucho. Como referencia, según nuestras propias mediciones el Scirocco logra acelerar de 0 a 100 km/h en 7, 5 segundos y recuperar de 80 a 120 km/h en sexta velocidad en 9,2 segundos. Una respuesta, sin duda muy enérgica.

Veredicto

El Scirocco es un coche con un comportamiento noble y a la vez deportivo. Es muy similar a un Golf GTI pero sin embargo tiene un diseño más original y vistoso. Además, su precio nos convence, no sólo resulta más barato que el GTI, entre sus principales rivales tampoco hay ninguno más asequible.

Tire, Wheel, Automotive design, Blue, Vehicle, Land vehicle, Car, Automotive mirror, Red, Alloy wheel,

Lettermark
Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.