La llegada de los nuevos BMW Serie 7, Mercedes Clase E o Audi A6, le han puesto las cosas difíciles al buque insignia de Volvo que lejos de amedrentarse, adoptada una imagen algo más atractiva, mejora su comportamiento y optimiza el rendimiento de sus motores Diesel para seguir plantando cara a los mejores de su clase.
Los cambios en el diseño que Volvo ha impreso en su S80 y que la marca ha denominado ‘refresh’ son sutiles pero afectan tanto al diseño exterior, como al interior. Se trata de algunos detalles como la nueva parrilla con el logotipo de Volvo más visible (ha aumentado su tamaño), los cromados de la parte inferior del frontal y el lateral de la carrocería, las nuevas molduras de las puertas, o el doble tubo de escape. En el interior, lo más llamativo es el volante de nuevo diseño y la consola central flotante que ahora tiene el filo cromado (como la del Volvo XC60). Además, los diales de los relojes del cuadro de mandos tienen un aspecto diferente, los paneles de las puertas tienen un guarnecido de mayor calidad y los asientos ofrecen la posibilidad de ser más envolventes.
El Volvo S80 de serie equipa el chasis Confort y opcionalmente se ofrece el otro, que rebaja la altura en 20 milímetros en el eje delantero y 15 en el trasero. Además, añade unos amortiguadores de mayor dureza y unas barras estabilizadoras más gruesas, así como una dirección de respuesta más rápida. En definitiva, se trata de mejorar la agilidad del S80. Sin embargo, tras probar este nuevo chasis Sport por las carreteras de la Riviera francesa, no encontramos diferencias significativas en relación al Confort. Con cualquiera de los dos reglajes el bastidor del S80 es muy noble, estable y marcha bien amortiguado. Todo esto permite realizar una agradable conducción dinámica, demuestra un buen paso por curva y la carrocería no balancea en absoluto ni si quiera en una conducción decidida.
En autovía el S80 nos convence porque mantiene un nivel de confort considerable. En este aspecto, la amplitud y la correcta ergonomía del habitáculo, junto con los comodísimos asientos juegan un papel decisivo. Sin embargo, la dureza de la suspensión hace que se perciban demasiado las irregularidades del terreno y el ruido del motor Diesel incomoda a partir de las 3.000 vueltas. Y eso que el habitáculo está minuciosamente insonorizado.
A mi me daban dos
Volvo mantiene en la gama del S80 los dos conocidos motores Diesel que se sirven del mismo bloque de cinco cilindros y 2.4 litos, pero ahora disponen de mayor potencia y reducen sus cifras de consumo y emisiones de C02 de forma notable. El D5 -la versión más potente- pasa de los 185 caballos a los 205 y de consumir 6,4 litros/100 kilómetros a 6,2, con unas emisiones de C02 de 164 gramos/kilómetro. El 2.4D pasa de los 163 a los 175 caballos con un consumo medio de 5,8 l/100 km. Los dos motores tienen un par máximo de 420 Nm.
Para lograr esta mejora los ingenieros de Volvo han sustituido el habitual turbocompresor por dos de diferente tamaño. El turbocompresor más pequeño entra en funcionamiento a bajo régimen (el más frecuente en motores de este tipo), mientras que el de mayor tamaño sólo actúa cuando apuramos al máximo el número de vueltas.
Tanto los motores del D5 como del 2.4D pueden ir asociados a un cambio manual de seis velocidades o automático de cinco con convertidor de par, y se ofrecen tanto como con tracción total como delantera.
El resto de la gama la completan los siguientes motores de gasolina: 2.0 de 145 caballos, 2.5 Turbo de 230 caballos, el 3.2 de 238 caballos, el 3.0 de 285 (T6) y el V8 4.4 de 440 caballos.
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