La película A todo gas: Tokyo Race -en inglés, The Fast and the Furious: Tokyo Drift-, la tercera de la saga, cumplió nueve años el pasado 21 julio desde su estreno en España. A pesar del tiempo que ha transcurrido, el concesionario británico Cheshire Classic Cars confía en que el interés por sus personajes y sus coches siga vivo, pues espera vender uno de los vehículos protagonistas.
Se trata del Nissan Fairlady Z Z33 -conocido como 350Z en Occidente- de DK (Drift King), el rey de los derrapes interpretado por el actor japonés Brian Tee. La empresa lo ofrece por 149.995 libras, unos 213.000 euros al cambio actual, con 15.771 kilómetros en el odómetro. El precio supera ampliamente los cerca de 170.000 euros por los que se subastó en mayo de 2015 uno de los clones del Supra que conducía Paul Walker en la primera A todo gas.
El deportivo de Nissan aparece aproximadamente a la media hora de Tokyo Race. En la escena, Takashi, más conocido como DK, hace gala de sus habilidades para quemar rueda en el aparcamiento tokiota donde compiten y se congregan los aficionados al drifting. A diferencia de otros coches puestos en venta de anteriores entregas de A todo gas, este es auténtico, no una copia creada para los especialistas, tal y como corrobora su documentación.
Este Z33 lleva el kit Version 3 de ensanchamiento de carrocería diseñado por VeilSide, un famoso preparador japonés que ya había modificado otras máquinas de la saga. Se alimenta de un motor APS sobrealimentado por dos turbocompresores cuyos 436 CV administran un embrague de dos discos y dos diferenciales, todos proporcionados por Nismo.
El coche se importó legalmente al Reino Unido y está acondicionado para circular por la vía pública. El vendedor incluso asume que alguien puede preferir "descafeinarlo" si no lo va a utilizar para derrapar, pero para los seguidores de A todo gas casi supondría un sacrilegio.
