El escándalo que han provocado los airbags defectuosos de Takata ha adquirido ya la dimensión de histórico después de que el proveedor haya cifrado en 90 millones el número de vehículos afectados. Todos ellos incorporan estos dispositivos y por tanto, tendrán que pasar por el taller durante los próximos días.

Todos los propietarios han sido informados ya del defecto que sus vehículos tienen que subsanar y eso que se trata de clientes de diferentes marcas en todo el mundo. Modelos de Honda, Toyota, Nissan, Subaru, Mazda, BMW, Ford y de otros fabricantes como Chrysler o General Motors, están obligados a reemplazar su airbag.

En España, la mayoría de los dueños afectados ya han recibido una circular de la Dirección General de Tráfico en la que este organismo informa de que su vehículo, de determinada marca y con un número de bastidor específico, se encuentra entre los afectados. Además, bajo el título de 'Campaña de Seguridad', las propias marcas han elaborado una nota informativa sobre el problema en el airbag en la que reza que este elemento "puede fallar debido a una anomalía interna producida en la fabricación del mismo".

La nota de algunas marcas como Honda detalla: "en algunos casos el inflador del airbag podría producir una presión interna excesiva y causar la rotura del propio inflador, impulsando fragmentos de metal que podrían causar lesiones".

Por lo que tenemos constancia, hasta la fecha ya han pasado por el taller 30 millones de vehículos para reemplazar estos airbags de Takata y algunas autoridades como la estadounidense se han querellado con el fabricante al que exigen 200 millones de dólares por poner en riesgo la integridad física de sus clientes.

Lettermark
Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.