Los patinetes eléctricos y demás clases de los llamados Vehículos de Movilidad Personal han transformado nuestro paisaje urbano en cuestión de meses con la aparición de nuevos servicios de alquiler, aunque en los casos más veteranos están presentes desde hace unos dos años, pero ante todo han traído una interesante alternativa, económica, ligera y ecológica para moverse por las ciudades.

Sin embargo esta reciente fiebre de los patinetes eléctricos ha evidenciado un importante problema en poco tiempo: la falta de una normativa homogénea que, unida a la falta de experiencia de muchos usuarios, ha convertido a estos vehículos que circulan en muchos casos por las aceras en un peligro potencial para los peatones. Y es que según datos de la Fiscalía de Seguridad Vial, en 2018 hubo 273 accidentes con Vehículos de Movilidad Personal, registrándose 5 víctimas mortales.

Y según un estudio el futuro, con un crecimiento tan rápido como el actual del uso de servicios de alquiler de este tipo de vehículos, podría ser aún peor. Así lo advierte la Fundación Línea Directa en un estudio sobre estos Vehículos de Movilidad Personal que advierte de que, de no afrontarse el problema, el número de fallecidos en accidentes con estos vehículos podría triplicarse en 2019 pudiendo llegar a alcanzar los 17 fallecidos.

De hecho este estudio también recoge la opinión que los ciudadanos tienen sobre este tipo de vehículos y a pesar de su creciente popularidad (según sus datos, 11 millones de personas tienen pensado usar los VMP como medio de transporte habitual y 2 millones piensan comprarse uno de estos patinetes pronto) un 72 % de los españoles creen que son son un “auténtico riesgo” para la seguridad vial y el 95 % cree que los usuarios de estos vehículos “no respetan las normas de circulación y van por donde quieren”, siendo los monociclos los que peor imagen tienen.

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Esta realidad se ha analizado con todos los accidentes de VMP con víctimas, en los que se muestra que los usuarios de este tipo de vehículos tuvieron la responsabilidad del accidente en el 90 % de los casos, produciéndose en la mayoría de los casos en la calzada (un 33 %) y protagonizados principalmente por jóvenes (29 años de media) en los que los patinetes eléctricos son normalmente arrollados por turismos y autobuses (57%).

A pesar de que se ha hecho público recientemente un borrador de Real Decreto de la Dirección General de Tráfico al respecto, en el que se prohíbe la circulación de los VMP por vías interurbanas y se limita la velocidad de los patinetes eléctricos a 25 km/h nada se dice sobre su zona de circulación que parece delegarse en los Ayuntamientos. Hasta un 96 % de los ciudadanos reclaman que esta clase de vehículos circulen fuera de la acera y un 84 % que los usuarios tengan algún tipo de formación o carné para poder llevarlos, sobre todo por la gran cantidad de personas (un 96 %) que reconocen no saber nada o casi nada de su normativa.

Es este debate de dónde situar la circulación de los patinetes y demás vehículos la clave de buena parte del problema. Hasta un 63 % de los encuestados considera que la actual ordenación de tráfico al respecto es “caótica” e incluso un 90 % reconoce directamente que sus ciudades “no están preparadas para estos vehículos”, con una gran disparidad de normas donde cada municipio parece tener las suyas.

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Antonio Ramos Ochoa

Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.