La Unión Europea y Japón han llegado a un acuerdo por el que se eliminan los aranceles que haya ahora tenían que pagar los productos japoneses y que encarecían el precio final. Este acuerdo afecta lógicamente al sector del automóvil y a las importaciones de vehículos de marcas japonesas procedentes del país nipón. El acuerdo supone un paso importante hacia un comercio internacional libre y según sus responsables es “el mayor acuerdo comercial que se ha negociado con la Unión Europea”, según recoge Automotive News.

El objetivo de este acuerdo es crear una zona comercial entre ambas regiones libre de tasas. La Unión Europea comprende 28 países, mientras que Japón es la tercera economía del mundo, de ahí la importancia de este pacto.

La firma de este acuerdo supone que el 10% que hasta ahora tenían de gravamen los coches japoneses fabricados en el país nipón y destinados a la exportación a Europa desaparece, al igual que el impuesto del 3% que tenían las piezas de recambio. Con ello las marcas japonesas serán más competitivas al no tener que hacer frente a este impuesto. Además, los vehículos nipones que se fabrican en Europa con piezas importadas desde Japón también se benefician dado que desaparece esta tasa del 3%.

El objetivo de este acuerdo es crear una zona comercial entre ambas regiones libre de tasas.

A cambio, la Unión Europea podrá exportar sin aranceles a Japón quesos y vinos, además de carne de cerdo y vaca y las empresas europeas podrán optar a concursos públicos en la región asiática.

Sin embargo, en el caso del sector del automóvil existe un desequilibrio comercial según informa El Mundo, dado que la Unión Europea exportó a Japón en 2016 279.000 vehículos por un valor de 7.300 millones de euros, mientas que procedentes de Japón llegaron aquí 575.000 automóviles, que supusieron una facturación de 9.000 millones de euros.