Cuando la EPA–Environmental Protection Agency– se propone algo en Estados Unidos, simplemente lo consigue y después de destapar el conocido como 'Volkswagen gate' ahora se ha propuesto acabar con los clásicos autobuses escolares. Efectivamente, hablamos de todo un icono del país pero según su último informe, estos vehículos están relacionados con las mayores tasas de ausentismo escolar y enfermedades pulmonares en los niños.

Bien, pues si este informe se publicó el pasado viernes, hoy hemos conocido que el gobierno de Estados Unidos aportará 7 millones de dólares para reemplazar hasta 400 autobuses escolares en 35 estados. Se trata de vehículos de avanzada edad y por supuesto, provistos con motores Diesel. Los nuevos serán "más limpios y ayudarán a reducir las emisiones de NOx y partículas pesadas" según asegura el comunicado, pero no aclara si se tratará de motores de gasolina, gas o híbridos o simplemente diesel más modernos.

El precio de los nuevos autobuses ronda entre 75.000 y 85.000 dólares pero tendrán descuentos que oscilarán entre los 15.000 y los 25.000 –dependiendo del tamaño y otras características– para quienes retiren unidades de 2006 o anteriores.

La agencia de protección del medioambiente norteamericana asegura que los 25 millones de niños que viajan a diario en estos autobuses escolares saldrán beneficiados y que las ausencias a la escuela por motivos de salud podrán reducirse en 14 millones al año con la sustitución de estos autobuses. Parece que en Estados Unidos se van a tomar en serio la reducción de emisiones contaminantes de una vez por todas.

Lettermark
Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.