Llega el verano y con ello el calor una situación que según apuntan desde Seat, hace que un conductor reaccione un 20% más lento con temperaturas de 35 grados, frente a otro que circula a 25º. De hecho, el efecto es similar a conducir bajo una tasa de alcoholemia cercana a 0,5 gr/l en sangre. Por lo tanto, es importante mantener bien fresco y ventilado el habitáculo. ¿Pero sabemos hacerlo correctamente?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que la utilización del aire acondicionado repercute en el consumo del automóvil. Por eso podemos ahorrar (y mucho) cuando lo pongamos en marcha si tenemos en cuenta una serie de consejos que nos llegan de la mano de Confortauto Hankook Masters, la red de talleres de mecánica rápida del automóvil con 750 centros en España y Portugal.

1.- Si utilizas con relativa frecuencia el equipamiento del vehículo, en este caso el aire acondicionado, garantizarás que cuando llegue el momento de conectarlo, funcionará correctamente. Por ello, durante las épocas de menos calor, no olvides comprobar su estado de forma periódica y si desprende un olor desagradable aquí tienes una solución.

2.- Antes de poner en marcha tu coche, debes tener siempre en cuenta que cuanto más haya que bajar su temperatura interior, más energía se necesitará y, por tanto, más combustible. Lo más recomendable es intentar disminuirla de forma manual. Un sencillo truco es bajar la ventanilla de la parte trasera opuesta al conductor y abrir y cerrar la puerta del conductor varias veces, así la temperatura interior descenderá hasta 10 grados de forma rápida.

Cuanto más haya que bajar su temperatura interior, más energía se necesitará.

3.- No utilices el aire acondicionado con el motor apagado, ya que no solo no enfriarás tu coche si no que además realizarás un gasto innecesario. El sistema enfría mucho mejor mientras estás conduciendo y, cuanto más rápido gire el motor, también lo hará el compresor del dispositivo permitiendo que el sistema refrigere de manera más efectiva.

4.- Si abres ligeramente las ventanillas durante los primeros minutos de tu viaje expulsarás más rápido el aire caliente del habitáculo.

5.- Cuando hayas alcanzado la temperatura deseada, activa la entrada de aire exterior en tu climatizador para reducir el consumo.

6.- Es muy importante que mantengas una temperatura "moderada y razonable" en el interior del vehículo, que debe estar entre los 21 y los 23 grados. Si la reduces por debajo este intervalo puede suponer un incremento del 30% en el consumo de combustible.

7.- Conducir con las ventanillas bajadas afecta directamente a la aerodinámica del coche, reduciéndola y aumentando el consumo de combustible. Pero mientras no superes los 80 km/h, este aumento es imperceptible, por lo que, si las circunstancias lo permiten, se recomienda circular, por ejemplo en zonas urbanas con las ventanillas bajadas para ahorrar. En cambio, cuando el vehículo supera los 110 km/h la mejor opción es conectar el aire acondicionado ya que ahorrarás aproximadamente, 0,3 litros cada 100 kilómetros.

En el interior del vehículo la temperatuea debe estar entre los 21 y los 23 grados.

8.- No olvides limpiar el filtro del aire y reemplazarlo cuando se recomienda, porque un filtro de aire en mal estado interferirá con el correcto enfriamiento del vehículo. Además, se necesitará un mayor consumo de combustible para conseguir el mismo resultado que con uno limpio ya que la suciedad obstruye la salida de aire.

Por todo ello, desde Confortauto recuerdan que el uso del climatizador no debe convertir nuestro coche en una sauna en invierno ni en una nevera en verano, si no que lo importante es encontrar el nivel de temperatura y humedad adecuado para conducir cómodos sin disparar su consumo y ser más ecológicos.