Si nos centramos únicamente en la parte estética de ambos modelos, tanto la generación 991 como la actual 992 del Porsche 911 parecen muy similares y tendremos que fijarnos muy bien para encontrar los nuevos cambios. Sin embargo, existen grandes diferencias en términos de tecnologías avanzadas, especialmente si prestamos atención a la parte aerodinámica.

Para ser aún más eficaz y ofrecer sensaciones de conducción mejoradas al conductor, el 992 cuenta con un avanzado sistema de aerodinámica activa, compuesto por unas aperturas ubicadas en las entradas de aire frontales, así como en la parte trasera, tanto en la parte inferior de la luneta como en los paragolpes, sin olvidarnos del alerón posterior y sus diferentes posiciones. En función de la velocidad a la que circule el coche, el sistema adaptará todos estos elementos para conseguir los mejores resultados.

Si circulamos por debajo de 70 km/h, el nuevo 911 abrirá las aperturas frontales, dirigiendo el flujo de aire alrededor de las ruedas delanteras, mejorando la ventilación y reduciendo al mínimo la resistencia aerodinámica. Cuando el coche supera esta velocidad, en lugar de abrirse permanecen cerradas, contribuyendo a la hora de reducir el drag. También debemos contar para esta tarea con el alerón activo, el cual se despliega parcialmente en su configuración “Eco”, una vez se superan los 90 km/h.

El siguiente escalón lo encontramos a velocidades superiores a 170 km/h, cuando el sistema de aerodinámica activa abre en la medida de los posible tanto las aperturas frontales como el alerón trasero, configurándose ambos en la posición “Performance”, lo que proporciona la mejor dinámica de conducción posible. Según la propia marca, la combinación de este sistema con el chasis deportivo PASM (reduce la altura del coche 10 mm) hace que sea posible reducir cuatro segundos por vuelta en Nürburgring.

Por último, todos estos componentes aerodinámicos activos también se utilizan en varios escenarios de conducción diferentes. Por ejemplo, el aleron trasero se despliega cuando el conductor activa el nuevo "modo Wet" del 992, es decir, el modo pensado para la lluvia. En esta configuración, el deportivo alemán aumenta la distribución de potencia en las ruedas delanteras y reduce la entrega de par motor, entre otras cosas, con el objetivo de reducir el aquaplaning. Además, no podemos olvidar la ayuda ofrecida por el alerón trasero a la hora de realizar fuertes frenadas, pues este actúa como un freno de aire.

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Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta