En la madrugada del 12 al 13 de febrero de 2014 un enorme agujero se tragó, literalmente, buena parte de la historia del Corvette. El movimiento de tierra causó un boquete con más de 12 metros de diámetro y 10 de profundidad en el Museo Nacional del Corvette en Kentucky que engulló hasta ocho vehículos de la exposición.
Entre los que sufrieron más daños se encontraba este Corvette nº 1.000.000, una unidad especialmente bella y representativa como para mandarla a la chatarra. Por este motivo, la marca no ha dudado en recuperarlo pero antes de iniciar su proceso de restauración, ha colgado en la red estas fotografías que reflejan su estado actual.
Ahora el trabajo de los técnicos pasa por dejar este Corvette, el modelo con el que se alcanzó el millón de unidades producidas, como nuevo pero hacerlo conservando el mayor número de piezas originales posible. Chevrolet no ha dudado en encomendarle semejante tarea a un equipo de expertos de su Centro de Diseño que habitualmente se encargan de realizar prototipos, dada la particularidad de la restauración que afrontan.
Con este modelo, serán dos los Corvette del museo que la casa americana ha vuelto a poner en orden. El primero fue el Corvette ZR-1 Blue Devil de 2009 que vimos en numerosas imágenes del siniestro y que resistió sorprendentemente bien al impacto. Suponemos que no dio tanto trabajo a los técnicos como este nº 1.000.000 una unidad de 1992, con carrocería blanca, tapicería granate y numerosos detalles exclusivos para conmemorar el hito que supuso su producción que además quedó seriamente dañada tal y como reflejan las imágenes.
También sabemos que al menos cinco de los seis modelos restantes que fueron rescatados, se quedarán para siempre en el Museo en su estado original para recordar el hundimiento del mismo. Todo un ejemplo de cómo sacarle provecho a la adversidad.
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