Lo primero que te puede venir a la cabeza cuando ves una drag race entre un Porsche 911 GTS y un Audi RS 4 Avant es la facilidad con la que el modelo de Stuttgart conseguirá alzarse con la victoria. Sin embargo, cuando uno mira las especificaciones de ambos modelos y las similitudes empiezan a relucir, todos los prejuicios que teníamos en nuestra cabeza empiezan a desmoronarse.

Es cierto que la aerodinámica del Porsche juega a su favor, como también lo hacen su chasis, el diseño, el peso total del conjunto y la tradición de su escudo. El Audi, por su parte, no es deportivo pensado para ofrecer sensaciones puras al volante, sino más bien un modelo familiar de alto rendimiento. No obstante, ambos comparten un mismo padre, el Grupo Volkswagen, por lo que los elementos que se ocultan bajo sus carrocerías no son tan diferentes.

Para empezar, ambos tienen seis cilindros, cuentan con dos turbocompresores, su cilindrada es muy similar (2.9 litros el RS 4 y 3.0 el 911), la transmisión es automática y la potencia de 450 caballos es idéntica. Todo ello nos puede llevar a replantearnos la situación y pensar que el Porsche se ha encontrado con un digno rival al que enfrentarse. Además, el Audi cuenta con una gran baza a su favor y esta no es otra que el sistema de tracción quattro.

No te queremos desvelar nada pero sí te diremos que quizás los primeros metros se vean influenciados por los distintos sistemas de tracción y es que la versión del GTS utilizada envía todo el potencial de su motor bóxer a las ruedas traseras. Además, también se someterán a varias salidas lanzadas, en distintos modos del cambio, y a un test de frenado. Llegados a este punto, ¿será capaz el 911 con su transmisión de doble embrague PDK capaz de batir a su primo de Ingolstadt? Solo hay una forma de averiguarlo…

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Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta