No es muy conocido que gran parte de las innovaciones tecnológicas que montan los fabricantes en sus últimos modelos, no son realmente suyas, sino que han sido desarrolladas por fabricantes de componentes como Bosch o Delphi, que a su vez venden las patentes a firmas como Ford, Audi, BMW, Toyota…

Es por ello que si nos fijamos en las últimas innovaciones presentadas por Bosch sabremos lo que incorporarán en breve los coches que llegarán hasta nuestras calles.

En este caso Bosch nos sorprende con tres sistemas de última hornada que pasamos a relatar:El eClutch es un embrague robotizado que nos permite arrancar en los semáforos sin necesidad de pisar el pedal de embrague en los coches de cambio manual, lo cual resulta muy cómodo en detenciones y atascos a la vez que ayuda a reducir consumos. Además nos permite realizar conducción 'a vela', puesto que separa el motor de la transmisión cuando el conductor no acelera; eso permite que el motor permanezca apagado, lo que puede suponer un ahorro de combustible en torno al 10%.

El segundo sistema es el iBooster, afecta a la bomba de freno, que mantiene toda su eficacia incluso con el motor térmico apagado, lo que permite a los coches híbridos funcionar con el propulsor eléctrico y mantener toda la eficacia del sistema de frenos.Esto incrementa la autonomía del modo eléctrico hasta en un 20%, además genera la presión de frenado tres veces más rápido que un servofreno convencional, lo que reduce la distancia de frenado hasta en 1,5 metros conduciendo a 30 kilómetros/hora.

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Por último, el apartado multimedia se enriquece con dos automatismos; por un lado el horizonte electrónico y por otro la videocámara estéreo. El horizonte electrónico trabaja en colaboración con el GPS, anticipando el vehículo –incluido el sistema start&stop– a la orografía del terreno, lo que le permite adelantarse a las necesidades motrices, apagando, por ejemplo, el moter térmico cuando detecta un fuerte descenso que nos va a permitir circular 'a vela'.

Por su parte la videocámara estéreo permite que el coche detecte imprevistos que ocurren delante del vehículo, como un niño que corre tras un balón o un animal que cruza inesperadamente, adelantándose a la respuesta del conductor de forma instantánea para frenar en seco y evitar así un atropello.