Siete de cada 10 fallecidos en 2016 en accidente de circulación lo fueron en siniestros en carreteras convencionales, de ahí la justificación de esta nueva campaña especial de vigilancia por parte de la DGT hasta el próximo domingo.

Durante los siete días de campaña, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, así como las policías locales y autonómicas que se sumen, comprobarán que se cumplen los límites de velocidad, que los adelantamientos se realizan de forma correcta, que se conduce sin haber ingerido alcohol y/o drogas, que se hace uso del casco y de los sistemas de retención o que la documentación tanto del conductor como del vehículo es correcta.

Además de la vigilancia a pie de carretera, ésta también se realizará desde el aire con los helicópteros de la DGT, incluidos los Pegasus.

Las carreteras secundarias son menos seguras que las vías desdobladas ya que las intersecciones y las incorporaciones suelen estar al mismo nivel, los trazados son más antiguos, hay muchos tramos montañosos, es necesario invadir el sentido contrario al adelantar… situaciones todas ellas que aumentan el riesgo de accidente.

Además, según la DGT, en el caso de que el accidente ocurra en una carretera convencional, la antigüedad del vehículo es un factor determinante en cuanto al grado de lesividad de las víctimas.

Para tratar de disminuir el número de accidentes, la DGT está instalando nueva señalización, como por ejemplo con la instalación de guías sonoras longitudinales en las carreteras para evitar colisiones frontales y salidas de la vía. También se está colocando una señalización dinámica en cruces al mismo nivel que si detecta un vehículo en uno de los ramales de acceso al cruce activa un panel luminoso, alertando al conductor que circula por la vía con preferencia de la presencia de vehículos en el cruce, llama así su atención y facilita que modere la velocidad en la aproximación al cruce.

Por último, actualmente está en tramitación la compra de más de un centenar de avisadores de velocidad. Son una serie de paneles que señalizan el exceso de velocidad. Supuestamente se instalarán en los tramos más críticos en carreteras convencionales para que los conductores adopten la velocidad establecida en ese tramo y evitar así posibles accidentes.