Con el objetivo de recaudar 120 millones de euros, Castilla y León cobra desde hoy un impuesto especial sobre el carburante, destinado a financiar la sanidad de esta región. La medida no ha sido bien recibida ni por las gasolineras ni, desde luego, por sus clientes, quienes hicieron largas colas durante la jornada de ayer, cuando ya se sabía aprobada la medida.

Hoy varios de los conductores que pasaban por la gasolinera decían que es"un robo a mano armada" o que el combustible se pone "a precio de Ribera del Duero"; el mismo argumento que defiende en la comunidad la oposición del PSOE.

Los taxistas de Valladolid y colectivos de transportistas ya mostraron su oposición concentrándose frente al Parlamento de Castilla y León días antes de que se aprobara la ley. Los transportistas profesionales podrán deducirse la mitad de este importe, con lo que en la práctica pagarán 2,4 céntimos por litro en concepto de este impuesto dedicado en exclusiva a financiar la sanidad.

Llenar un depósito medio de 50 litros costará alrededor de 3 euros más al aplicarse el nuevo impuesto.

La subida del precio se debe a que al último récord en el precio de la gasolina (1,43 euros el litro) se suma la aplicación del céntimo sanitario lo que elevan el sobrecoste a los 5,66 céntimos de euro por litro (IVA incluido).

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.