Su aspecto futurista es llamativo y parece sacado de una película de ficción, pero el EN-V que General Motors presentó en el Salón de Shaghai 2010 tiene vocación de realidad. Por eso, y ya bajo la marca Chevrolet, el grupo norteamericano se plantea ponerlo a prueba mediante programas piloto de demostración en grandes ciudades de todo el mundo.

El Chevrolet EN-V, acrónimo de Electric Networked-Vehicle (vehículo eléctrico enchufable) es un vehículo eléctrico, biplaza y urbano, para la movilidad personal. Su utilidad es evidente dado su tamaño, que le permitiría desplazar ágilmente a sus ocupantes reduciendo los problemas de aparcamiento y de congestiones de tráfico. Además, su reducido peso permitiría un bajo consumo de energía eléctrica.

Sobre la base del EN-V original, la nueva versión que podría circular por las ciudades del mundo dispondrá de funciones necesarias para dotarlo de atractivo y funcionalidad y que en el original no fueron tenidas en cuenta: calefacción, espacio para algo de equipaje y los accesorios necesarios para circular legalmente.

El pasado mes de abril, GM y la compañía asiática Sino-Singapore Tianjin Eco-City Investment and Development Co. Ltd. (SSTEC) firmaron un acuerdo de colaboración para integrar el EN-V de última generación en la ciudad ecológica de Tianjin. Además Chevrolet tendrá en cuenta otras ubicaciones, algunas de ellas en Estados Unidos, para desarrollar nuevos programas piloto.

El EN-V es un vehículo de cero emisiones propulsado por baterías de iones de litio. La recarga se puede efectuar mediante conexión directa a una toma doméstica convencional, lo que permite al EN-V recorrer un mínimo de 40 kilómetros con cada recarga, suponiendo una autonomía capaz de cubrir la mayor parte de trayectos urbanos.

Mediante la combinación del sistema GPS con las tecnologías de comunicación entre vehículos y de percepción de distancias, el EN-V se puede conducir, tanto de forma manual, como autónoma, sin intervención del conductor. Su modo de funcionamiento autónomo permite al vehículo ofrecer movilidad a personas que de otro modo no podrían conducir. Asimismo, las comunicaciones sin cable permiten a los conductores comunicarse mediante el sistema manos libres con amigos o compañeros de trabajo mientras conducen el vehículo.

La posibilidad de comunicarse con otros vehículos y con la infraestructura haría que el EN-V redujese notablemente el número de colisiones, o que fuera más sencillo encontrar un espacio para aparcar. También contribuiría a reducir las congestiones de tráfico, ya que permite seleccionar la ruta más rápida basándose en información sobre el tráfico en tiempo real. Evidentemente, la tecnología de comunicaciones que se está experimentado en el EN-V podrá extrapolarse en el futuro a vehículos de todo tipo.

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