Ha sido elegido el producto del año por el Consejo Alemán de Diseño y es un nuevo cockpit presentado por Continental cuya característica más detacada es que se trata de un puesto de conducción perfectamente integrado que consta de un espejo exterior digital y una pantalla central que solo muestra la información necesaria para no distraer durante la conducción.
Las imágenes se proyectan en 3D y se basa en una pantalla táctil con relieve en algunas zonas que permite que con el tacto el conductor sepa que tipo de funcionalidades está manejando. Además, gracias a los relieves el sistema es capaz de guiar los dedos del conductor y permite detectar la fuerza que ejerce el conductor gracias a lo que desde Continental definen como “retroalimentación háptica activa”.
Según Continental con las superficies en relieve se minimizan las distracciones dado que el conductor no tiene que utilizar la vista para manejar el sistema. El objetivo de este cockpit es integrar al máximo todas las funciones y eliminar botones físicos, dado que estos emergen del propio sistema y aparecen solo cuando el conductor los necesita.
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