Nos trasladamos hasta Estados Unidos, lugar donde se producen espectáculos automovilísticos y exhibiciones constantemente. En este caso en concreto, ha sido el conductor de un Mazda MX-5 en un festival en Alton, Virginia.
El conductor del Mazda sintiéndose protagonista del espectáculo, quemaba rueda sin cesar frente a una barrera de hormigón, mientras el humo se adueñaba de la escena gracias al torrente de potencia emanada por el propulsor V8 que montaba este ejemplar.
En un principio todo parecía ir sobre ruedas –nunca mejor dicho – hasta que los neumáticos dijeron basta. Acto seguido fue el embrague el que empezó a notar el calentamiento y sobreesfuerzo al que estaba siendo sometido, de forma que terminó ardiendo. El piloto notó ese fuego en sus pies y antes de darse cuenta, el motor explotó repentinamente. Por suerte pudo escapar indemne de la situación.
Este es un claro ejemplo de lo que no debemos hacer con nuestro coche, salvo que sepamos en todo momento donde está el límite y cuando tenemos que parar.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
