De todos es conocido que los ciclos de homologación europeos utilizan métodos que dan pie a los fabricantes a "trampear" sobre los resultados. Pero esta diferencia entre lo declarado por los fabricantes y lo registrado en la realidad, según ha comprobado el instituto internacional por un transporte limpio (ICCT), se ha incrementado sustancialmente en los últimos años.

Así, si en 2001 la desviación entre los datos oficiales de consumo de combustible y emisiones de CO2 era un 10% inferior respecto a los reales, en 2011 se incrementó hasta un 25%. Con estos resultados, el organismo acusa por una parte al ciclo de homologación vigente en Europa (NEDC) de excesivamente laxo en sus pruebas y, lo que es peor, a los fabricantes de automóviles de aprovecharse de ello y manipular a su favor las omisiones y deficiencias de dicho proceso.

Las pruebas realizadas por la ICCT han revelado que BMW es la marca que más falsea los resultados, con una desviación del 30%, seguida por Audi (28%), Opel (27%), Mercedes (26%), Fiat y Ford (24%), Volkswagen (23%), Renault y PSA (16%). Toyota sería la marca generalista estudiada que más se acerca a la realidad, con una diferencia de un 15% entre sus consumos declarados y los constatados en un uso real del vehículo.

Bien es cierto que algunos fabricantes ya se han quejado de la poca fiabilidad de estas homologaciones. En ellas, se dan situaciones poco realistas como un recorrido de sólo 11 kilómetros, sin aceleraciones normales, una temperatura estándar de entre 20º y 30º, una velocidad máxima de 120 km/h alcanzada tan sólo durante 10 segundos o una velocidad media de tan sólo 33 km/h por poner algunos ejemplos.

Por lógica, cuanto más potentes sean los motores, mayores diferencias se darán entre los resultados oficiales y los reales. Y eso sin hablar de los motores híbridos, sobre todo los enchufables, en los cuales las diferencias pueden acercarse al 500%. Pero de lo que no hay duda es del rigor del estudio realizado por la ICCT (International Council on Clean Transportation) que se ocupa de estudiar el transporte terrestre, marino y aéreo, teniendo sedes en Washington, San Francisco, Berlín y Pekín.

Para solventar esta evidente deficiencia de los procesos de homologación, se espera la puesta en funcionamiento de una nueva norma internacional para automóviles WLTC (Worldwide Harmonized Light Vehicles Test Procedures) que entrará en vigor como muy tarde en 2015.