Nueve de cada 10 personas respiran aire contaminado, así lo asegura la organización ecologista Greenpeace que recuerda que es necesario adoptar medidas para revertir esta situación. De hecho, según aclara la organización, en los últimos 10 años países como Alemania, Italia o Bélgica han tomado medidas para favorecer un aire más limpio. Para ello han creado las llamadas zonas de bajas emisiones (ZBE), de tráfico restringido o peajes urbanos.

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Estas medidas también se han implantado en ciudades de España como Madrid –si bien en este caso no está clara la continuidad de la ZBE–, Barcelona, Córdoba, Málaga, Palma de Mallorca, Girona, Vitoria-Gasteiz, La Coruña, Pontevedra o Salamanca. Todas estas ciudades han limitado el acceso a sus cascos históricos mediante cámaras y peatonalizaciones.

Para aclarar como está la situación en Europa en este sentido Greenpeace ha creado un mapa interactivo donde se recogen las iniciativas en este sentido de 200 ciudades, que se engloba dentro de su campaña europea Clean Air Now, cuya responsable asegura que “Los científicos han advertido que tenemos muy poco tiempo para revertir la crisis climática y la descarbonización del transporte debe ser prioritaria, no un punto más de la agenda. Nos parece una oportunidad que los ministros puedan discutir cómo el sector puede y debe incluirse en la estrategia del clima de la UE, porque es imposible abordar el clima sin abordar el transporte”.

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Por todo ello desde Greenpeace instan al Gobierno a adelantar el fin del diésel y la gasolina –de los motores de combustión en definitiva– dado que aseguran que el 27% de los gases de efecto invernadero emitidos en Europa proceden del transporte y de estos casi la mitad del automóvil.

Los objetivos que fija la organización ecologista son ambiciosos dado que para poder cumplir con el acuerdo de París y limitar el calentamiento global en 1,5ºC, Greenpeace exige a la Unión Europea una reducción en las emisiones del 65% en 2030 y el cero neto en 2040. De acuerdo al informe elaborado el pasado año por el Instituto Aerospacial Alemán, dicho objetivo requiere dejar de vender vehículos diésel y gasolina no más tarde de 2028, mucho antes que la fecha marcada por el Gobierno español en 2040.

El mapa recoge que son varios los países que han adelantado este compromiso a 2030 o antes, como Irlanda, Dinamarca o los Países Bajos. Por este motivo, Greenpeace demanda al Gobierno de España una mayor ambición para limitar las emisiones del transporte y frenar así a tiempo el calentamiento global.

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Rodrigo Pareja

Periodista especializado en movilidad en todas sus variantes: coche, moto, bicicleta, patinete eléctrico... y no siempre por este orden, dado que la forma en la que nos desplazamos está cambiando. Más de 20 años de experiencia en el mundo del automóvil y en constante adaptación en un sector que no deja de generar noticias.