El 8 de septiembre, tres motoristas circulaban en zigzag a gran velocidad por la A-6 sentido entrada a la capital. En el kilómetro 9 de la misma, dos agentes intentaron pararles pero, al negarse, iniciaron una persecución que finalizó en la Calle 30, justo en la salida de la Avenida de la Ilustración.

Cuando se procedía a sancionarles, uno de los tres moteros –que además circulaba sin placas de matrícula–, se dio a la fuga, sin respetar la señalización y a toda velocidad. Los agentes multaron a sus dos acompañantes, a los que no se les retiró el carné, e iniciaron las investigaciones para dar con el huidizo motorista.

En su escapada, en la citada Calle 30, un radar le cazó a 166 kilómetros/hora, momento que aprovechó el delincuente para dejar su sello con una peineta. Tras comprobar las imágenes del cinemómetro y como resultado de las investigaciones pertinentes, se localizó al motorista, un español de 22 años, que responde a las iniciales J.G.F.

A J.G.F. se le imputa un delito contra la seguridad vial por conducir con temeridad manifiesta, excediendo la velocidad permitida y poniendo en peligro la vida y la integridad de las personas, según lo expuesto en el artículo 380 del Código Penal.