Los nuevos integrantes de Top Gear comienzan a seguir los pasos de sus antecesores con una fidelidad alarmante… Nos referimos concretamente a Eddie Jordan y Chris Harris quienes rodaban un nuevo capítulo de su segunda temporada al frente del espacio de motor más famoso de la televisión mundial, cuando el protagonista del mismo comenzó a arder.

El coche en cuestión no era otro que el nuevo Alpine A110 y es que los británicos se habían desplazado hasta alguno de los tramos más populares del rallye de Montecarlo para ponerlo a prueba cuando por causas que se desconocen, el deportivo francés se incendió. Tanto Jordan como Harris lograron abandonar el coche rápidamente y se pusieron a salvo sin el menor rasguño, pero el Alpine no corrió la misma suerte.

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Al parecer, las llamas se originaron en la parte trasera del vehículo, concretamente desde el escape y no tardaron de propagarse a la zona posterior del habitáculo donde viaja el motor. Los cámaras del equipo fueron los primeros en percatarse de lo que estaba sucediendo y alertaron inmeditamente a los presentadores que por otro lado, ya habían detectado el testigo de fallo en el motor, iluminado en el cuadro de mandos.

La marca francesa ha abierto una investigación para aclarar los sucedido en su vehículo y se ha apresurado a destacar que el Alpine a A110 incendiado en Top Gear era una unidad pre-serie. De momento, lo único seguro es que antes de comenzar a arder, el vehículo alertó a los presentadores de que algo iba mal pues se encendió en el cuadro de mandos la alerta de fallo en el motor según relataron ellos mismos.