El Gran Premio de Macao 2016 nos deparó un auténtico final de película en la categoría GT. Este rápido circuito urbano no defraudó una vez más y vimos una carrera marca por los incidentes en pista que tenía al belga Laurens Vanthoor en cabeza, a los mandos de su Audi R8 LMS cuando quedaban unos 15 minutos para su conclusión.

Seriamente acechado por los Porsche 911 de Bamber y Estre, Vanthoor apuró al máximo los límites de la pista pero tuvo que ver como éste primero le adelantaba y entró largo en el siguiente giro. Los fuertes guardarráiles hicieron el resto y el impacto provocó que el R8 LMS despegara literalmente en Macao. El vuelco fue tan inevitable como espectacular y le llevó a deslizarse varios metros 'panza arriba' mientras todos los pilotos le adelantaban por el margen derecho de la pista.

Todo había acabado, sí. Lo que no podía sospechar ni el piloto ni su propio equipo, es que no podía haberlo hecho de mejor forma para sus intereses. La bandera roja en los compases finales de la prueba provocó que la carrera no volviera a reanudarse y que fuera el último paso por meta el que decidiera la clasificación final. Y claro, el mismo coche que estaba volcado sobre la pista, era el que había dado esa vuelta en primera posición. ¡Qué suerte!

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.