Si hay un propietario de BMW que ha demostrado su contundencia a la hora de protestar contra la marca en numerosas ocasiones, ése es Pourmohseni Hadi. Estamos ante un hombre de negocios de origen iraní y nacionalidad italiana que se encarga de llevar sus coches hasta un lugar público y notorio para destrozarlos delante del respetable y –por supuesto– de las cámaras.
Se dio a conocer en el Salón de Frankfurt de 2013 después de llevar hasta la puerta su flamante BMW M6 y destrozarlo a hachazos y martillazos para el asombro de propios y extraños. No satisfecho con su actuación, lo reparó y regresó al Salón de Ginebra del año siguiente para repetir faena; sólo por asegurar su protagonismo en las dos citas automovilísticas más importantes a nivel europeo, suponemos.
Bien pues ahora había quien le esperaba de nuevo en Frankfurt pero lo del señor Hadi es sorprender y por ello no ha dudó en anticiparse y se llevó un BMW Serie 7 de cuarta generación, es decir producido entre los años 2002 y 2008, hasta el museo de la marca en Múnich, a sólo unos kilómetros de la sede central. ¿Qué hizo con el buque insignia de la BMW, un modelo que en su día se vendía por más de 70.000 euros? Sin duda, lo que están pensando.
Eso sí, esta vez tuvo un nuevo aliado en el fuego, un método de destrucción más escandaloso que algunos aseguran que ya puso en práctica anteriormente con un BMW Z3 y que en esta ocasión le impidió poder irse de rositas. Esta vez fue arrestado y obligó a los bomberos a intervenir en la zona.
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