A partir del próximo día 1 de noviembre, todos los vehículos que se comercialicen en la Unión Europea deberán contar de fábrica con el ESP, un control electrónico de estabilidad que está considerado como el mayor avance en materia de seguridad de los últimos 15 años. De esta forma, todos los turismos y comerciales ligeros que no cuenten con este sistema de serie en toda su gama, no podrán venderse a partir de esa fecha en nuestro mercado.

El ESP actúa de acuerdo con el ABS, frenando la rueda indicada en cada caso para evitar derrapajes o recuperar la trayectoria correcta cuando el conductor ha perdido el control del coche. Su efecto es especialmente providencial en condiciones de baja adherencia o firme en mal estado; tanto que la DGT estima que este mecanismo salvaría unas 400 vidas al año en nuestro país.

Esta importante directiva vendrá acompañada de otra, la de instalar sensores de presión en los neumáticos, un sistema que alerta sobre posibles pinchazos al conductor y que también será obligatorio en noviembre. Estas dos medidas se han incluido dentro de un paquete que busca reducir la siniestralidad en las vías europeas y que son a cada cual más interesante. Para 2015, por ejemplo, la UE exigirá que todos los coches cuenten con llamada automática en caso de emergencia, un software que conecta con los servicios de emergencia en los instantes posteriores a sufrir un accidente, permitiéndoles reaccionar con rapidez.

La llamada de emergencia permitiría ahorrar unas 2.500 muertes en las carreteras europeas.

Pero no sólo los coches han sido objeto de este cambio en la reglamentación. La UE no se olvida de las vidas de motoristas que se cobran sus carreteras cada año e implantará la obligatoriedad de que todas las motos de 125cc o mayor cilindrada cuenten con frenos ABS, aunque con una pequeña moratoria: "las motos que se vendieran antes y que no dispongan del sistema podrán seguir comercializándose un año más, hasta enero de 2017".

El ESP, que recibe también otras denominaciones como ESC, DSC o VSC, nació en 1995 en un acuerdo de colaboración entre Bosch y Mercedes, que ya en 1998 lo instaló de serie en su Clase A, solucionando así los problemas de estabilidad que habían marcado el lanzamiento de este modelo.

Lettermark
Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.