No ponerse el cinturón de seguridad, eludir la ITV o circular a una velocidad excesiva, son las infracciones más frecuentes en nuestras carreteras convencionales, siendo la última mucho más común que el resto. Estos son los resultados que arroja la última campaña de vigilancia llevada a cabo por la DGT en estas vías. Entre los días 20 y 26 de octubre, Tráfico ha controlado unos 600.000 vehículos, sancionando a 34.672 conductores.

La velocidad sigue siendo "la asignatura pendiente", en estas carreteras donde los límites son más bajos. De esta forma, hasta un 39% de los vehículos los supera, según señalan las estadísticas de modo que los más de 20.600 conductores multados por este motivo, no deberían sorprendernos.

El resto, se reparten en los 2.113 denunciados por no usar el cinturón de seguridad y 1.230 conductores que estaban usando el teléfono móvil o cometiendo alguna otra distracción grave en carretera. Además, la DGT realizó controles de alcohol y drogas a lo largo de esta semana con un saldo de 1.193 positivos.

La nómina de multas se completó con 114 personas que no contaban en su coche con los dispositivos de seguridad infantil necesarios, los 471 que realizaron adelantamientos antirreglamentarios y los 440 que no obedecieron a la señal de 'Stop'.

En la operación, la DGT también destaca el envejecido parque automovilístico en España y la falta de un mantenimiento adecuado en los coches antiguos. Hasta 1.607 titulares fueron denunciados por deficiencias técnicas, con 38 inmovilizados por deficiencias técnicas. Además, 1.824 conductores no demostraron tener la documentación necesaria, en la mayoría de los casos por no tener la ITV en regla.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.